La fuga de los pasajeros del vuelo de Casablanca provocó el caos en Son Sant Joan. | R.S.

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Uno de los fugados del avión patera que aterrizó en Son Sant Joan ya está en prisión y ahora mismo son solo tres los marroquíes que aún no han sido detenidos por la Policía y la Guardia Civil. El último arrestado fue detectado el pasado mes de julio en Barcelona y, desde entonces permanece en prisión preventiva. La magistrada encargada del caso le ha tomó declaración en agosto después de procesarle, al igual que sus compañeros por delitos de sedición y coacciones.

El vuelo de Air Arabia que había despegado en Casablanca aterrizó en Palma el cinco de noviembre del año pasado. 23 pasajeros salieron a la carrera por las pistas de Son Sant Joan, de los que doce fueron arrestados de forma inmediata, a los que se sumaron entonces el pasajero que se provocó supuestamente a sí mismo una crisis que provocó el aterrizaje de emergencia del avión y el que le acompañó en la ambulancia a Son Llàtzer. El juzgado puso en busca y captura a los que faltaban y poco a poco están siendo localizados: se han producido arrestos en Inca y Palma y este último en Barcelona.

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La investigación judicial del caso está prácticamente cerrada. La titular del Juzgado de Instrucción 6 acordó el pasado mes de abril el procesamiento de todos los investigados: 22 pasajeros del avión y otras dos personas identificadas más tarde por ayudar a los fugados en la Isla. En el auto de procesamiento ampliado al nuevo detenido, la magistrada sostiene que se trató de un plan preconcebido para entrar de forma ilegal en España que se gestó en Facebook. Considera que existen indicios de que uno de los pasajeros se provocó a sí mismo una crisis glucémica para forzar el aterrizaje de emergencia, una vez que los médicos han acreditado que no es diabético.

El auto también insiste en que se produjo una situación de violencia y de tumulto dentro del avión cuando el grupo de pasajeros fugados arrolló a la tripulación para poder acceder a las pistas. También valora la gravedad de lo ocurrido con el cierre del aeropuerto. El auto incluye un delito de coacciones por el perjuicio hacia el resto de pasajeros y el delito especial de sedición que recoge la legislación aeronáutica por desobedecer al capitán. La causa permanece a la espera de que se resuelvan algunos recursos y de la calificación de la Fiscalía.