Silvia Lalana.

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Silvia Lalana, de la carnicería Ca na Silvia, despachaba a los clientes entre sobrasadas y botifarrons este miércoles por la mañana en Porreres. El tema del día también llegó a su mostrador: la agresión de un grupo de jóvenes al jefe de la Policía Local en el campo de fútbol. «La gente está muy sorprendida de lo que ha pasado».
–¿Qué opinan los porrerencs?
–Que esto es un desastre, que tienen que poner un poco de orden, no hay civismo y pasa lo que está pasando.

La carnicera explicaba que el problema más grande que hay en el pueblo es que a partir de las 22.00 horas no hay policía «y la gente hace lo que le da la gana, es un pueblo sin ley». Los vecinos están intranquilos. Una mujer que estaba con sus dos hijas menores de edad paseando al perro por la plaza del Ajuntament de Porreres comentaba que se sienten «desprotegidas». Una de sus hijas decía que le da miedo ir sola por la calle, se siente insegura.

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«No se trata de que son hijos de marroquíes, son gente del pueblo y esto es un problema social porque te los encuentras por la calle», explicaba una joven en la terraza de un bar. Tres chicos consideraban que se ha «exagerado mucho» todo lo que ha sucedido. «Conocemos a los implicados. Me llevo bien con ellos, no son conflictivos, algo debió pasar para que se pusieran aquí». Uno de ellos aseguraba que un amigo del jefe de la Policía Local les pegó primero.

«No nos conocerán por los albaricoques después de esto», decía una clienta de la frutería Ca Na Maria, ubicada en la calle Agustí Font. «Desde el domingo sólo se habla de esto en el pueblo, es muy grave que te esperen en tu casa. Creo que es un aviso de lo que nos espera, falta un poco de mano derecha». En el pueblo «sin ley», como lo definía Silvia Lalana, no se hablaba de otro tema ayer por la mañana. «No hay civismo», comentaba la carnicera. «No hay futuro», cantaba la banda punk Sex Pistols en 1977. God save Porreres.