–¿Le dijo al denunciante que era un buen negocio y que era seguro?– preguntó este miércoles la fiscal a un hombre, español de 72 años, acusado de estafar a un matrimonio de Girona 400.000 euros con diamantes de África.
–Claro, es que lo era y lo es– respondió el septuagenario frente al tribunal de la Sección Primera de la Audiencia de Palma.
–¿Y por qué a usted le salió mal?
–Porque me asaltaron, señora.
La Fiscalía reclama una condena de tres años y medio de cárcel para el hombre y que devuelva a la pareja el dinero que les estafó.
El acusado explicó que viajó a Sierra Leona en 2001 «a pescar langostas». Allí hizo contactos con el ministro de Justicia y este le pidió que intentara conseguir empresarios e inversores. «Es un país productor de diamantes de cierta importancia y fue entonces cuando iniciamos el comercio de compraventa». Al matrimonio se lo presentaron en Mataró y cerraron un acuerdo para comprar piedras preciosas en marzo de 2012. La operación se registró en una notaría de Alcúdia porque el prestamista que intervino es un promotor de Mallorca. Los perjudicados hipotecaron una casa de Girona y entregaron 400.000 euros al acusado.
–¿Por qué finalmente no se invirtió en los diamantes?– preguntó la representante del Ministerio Público.
–El dinero de estos señores y el mío se invirtió en la compra de diamantes. Cuando regresaba de Sierra Leona sufrí un asalto grave, parece una película pero no lo es.
–¿Le quitaron los diamantes?
–Dinero y diamantes.
–¿Tuvo que recibir algún tipo de asistencia médica?
–Y tanto. Fui a través de los bosques y quedé hecho una porquería. Íbamos cuatro personas. No lo podré demostrar nunca, pero entiendo que me vendieron. A estas dos personas las mataron allí. Ya sé que puede parece una película, pero les aseguro que no lo es. El cónsul de España en Sierra Leona vendrá como testigo.
–¿Cuánto dinero invirtió en diamantes ese día?
–Más de tres millones de dólares.
El acusado declaró que iba con una mochila «para disimular, es muy rústico». No tiene recibos porque los compró a los mineros y no ha podido aportar mucha documentación porque le robaron.
En 2014, según contó, cayó enfermo por un virus africano y cuando estaba en el hospital le «vaciaron» su casa, en Vilassar de Mar (Catalunya), y se llevaron su ordenador. «En la vida he intentado engañar a nadie y mi obsesión desde que pasó todo esto ha sido pagar al matrimonio».
Las víctimas explicaron que les dijo que el negocio era seguro y que no se tenían que preocupar. «Nosotros lo único que teníamos», relató la mujer entre sollozos, «era mi casa y fue lo que perdimos. Se suponía que era un hombre que ya estaba curtido en esto. Me encerré en mí misma y no hacía más que rezar, rezar y rezar».
El apunte
La fiscal: «El negocio con el que se engatusó a los perjudicados nunca existió»
14 comentarios
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Como el viejo timo de la estampita
Cuando l'estafador tornava a Sierra Leona, lo que va sofrir va ser un "asalt d'alegria" , pensant que li sortia rodona l'estafa, tu.
"No lo podré demostrar nunca", dice el muchacho... Pues, en juicio, si no puedes demostrar las cosas, acabas condenado. Desde luego, sinver++enza eres un rato, viendo cómo te estás riendo de los estafados y del sistema judicial. Poco me parecen 3,5 años, ojalá te pudiesen caer muchos más.
Imperdonable que se juzgue 10 años después, perfecto para el "listo", una desgracia para los afectados
Esa sierra tiene que serrar lo suyo, siendo toda una leona. JA.
Tanto monta , monta tanto.
Eljuez al acusado: "Pero....¿que me estás contando? ...Esa ya la hizo Leonardo di Caprio..."
Un clásico
pues ni pena me dan ni uno ni los otros. diamantes de sangre se llaman. que les den a las dos partes
Hipotecas tu casa por un negocio que te han ofrecido de diamantes en Sierra Leona...un país inestable y en guerra civil. Que segurament los diamantes serán diamantes de sangre. Pues vaya, los más inteligentes del pueblo no parecen no. Ahora creerte que se los han robado ya es otra historia.