Fumar es malo, pero robar a punta de cuchillo para dar unas caladas a un cigarrillo es mucho peor. Agentes de la Policía Nacional detuvieron ayer a un joven de 22 años y de nacionalidad colombiana acusado de un robo con intimidación. El ahora detenido, a las 8.45 horas de la mañana, salió de La Polilla, conocido after de Palma, donde tras una noche de ingesta de altas cantidades de alcohol y otras sustancias no era muy consciente de sus actos.
A la salida, dando tumbos de un lado a otro de la calle Joan Miró y con serios problemas para mantener la verticalidad, llegó a la plaza Gomila. Allí, sentado en un banco se encontraba un pobre hombre con una caja de huevos recién comprados. Sin mediar palabra alguna, el joven sacó un cuchillo de grandes dimensiones y comenzó a dar estocadas contra la caja de huevos.
En cuestión de segundos, no dejó ni uno entero. La víctima no daba crédito a lo que estaba pasando y entró en estado de shock, paralizado y sin poder reaccionar a tal inusual ataque. Acto seguido, el joven colombiano, con mirada penetrante y con un comportamiento muy agresivo se dirigió al vecino y le dijo: «¡Dame el cigarro que llevas en la oreja. Quiero que me des el cigarro que llevas en la oreja!». El hombre, así como pudo y tembloroso, cogió el pitillo y se lo entregó. «No me hagas nada. Toma, llévatelo», le dijo. El agresor cogió el cigarro, lo encendió y se marchó del lugar dando caladas de forma intensa. Unos minutos más tarde, el colombiano intentó acceder a un conocido hotel de la zona, pero el personal del complejo hotelero se lo impidieron. En esta ocasión, al encontrarse con la oposición de varias personas el acusado decidió abandonar el lugar. Poco después, llegaron las primeras patrullas de la Policía Nacional y procedieron a la detención del sujeto. Tras realizar un cacheo superficial, localizaron entre sus pertenencias el cuchillo utilizado en el robo con violencia. Finalmente, los agentes procedieron a la detención del sospechoso y el mismo fue trasladado a los calabozos policiales donde pasó unas horas antes de ser puesto a disposición judicial.
El joven nunca olvidará que las caladas que dio al cigarro robado serán las más caras de su vida. Una visita a los calabozos, antecedentes policiales y una cuantiosa multa por robar un pitillo y destrozar una caja de huevos camperos que el vecino tenía para hacerse una tortilla.
9 comentarios
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Palma, ciudad sin ley. No sé de quién será la culpa, pero cuando yo era joven, era habitual ver más presencia policial en las calles. A lo mejor haber llegado a tener 900 en plantilla, y que ahora, de unos 600, la mitad, o más, estén en despachos, o ejerciendo labores burocráticas, es el problema. Gracias ayuntamiento. De lo limpias que están las calles, ya que estamos, podemos hablar: y en ese caso no es por falta de personal, que como no acceden con unas exigencias tan grandes como para ser policía, meten a quien quieren (y muchos no destacan por faners...). Buenos días a todos.
Un tipo con suerte ya tiene un papel que dice estoy en España, tras acreditar su estancia ya mismo se puede acoger a las ayudas de extranjeria y sin hacer daño a nadie que es lo más importante de lo ocurrido .
EXPULSION....y punto.
22 años,colombiano,toda la noche de fiesta,alcohol y demás,cuchillo de grandes dimensiones,gente pacifica en la calle,leyes españolas...¿que puede salir mal? A ver quién le quita el trauma al ciudadano asaltado,ah si,con la multa esa que será para las arcas públicas,si no es insolvente.
Acordar-vos el proper maig, per favor.
Pues expulsado a su planeta.
Un colombiano se va de juerga con un cuchillo de grandes dimensiones, que bonito.
Deportación inmediata
El titular no será al revés? Una noche en el calabozo por unas caladas? De verdad que cada vez lo hacéis peor ehhh!!!