A la derecha, con americana oscura, José Tirado, llegando este lunes a la Audiencia. | Alejandro Sepúlveda

TW
2

El presidente de Acotur, José Tirado, acusa a una serie de empresarios de Magaluf de urdir la trama de Calvià del 'caso Cursach' y afirma que, uno de ellos mantenía una relación de amistad con el juez Manuel Penalva por la afición a la caza de este. Tirado asegura que estos empresarios, dos de los cuales ejercen la acusación particular, estaban todo el día en el juzgado de Instrucción. Relata que existía una situación de mucha tensión entre estos empresarios y el Grupo Cursach en Magaluf y entre sus empleados. Negó haber cobrado dinero del primero y justificó que desde la asociación ha puesto denuncias «a degüello» contra el principal acusado.

Tirado fue detenido en mayo de 2017 y enviado a prisión por esta causa, aunque luego nunca fue acusado. Asegura que recibió presiones. «Me viene un policía nacional, un conocido y me hace la antesala de lo que me iba a caer en el juzgado. 'Prepárate que vas p'alante'». «Pasé los veinte días peores de mi vida y no puedo olvidar el daño que se nos hizo». También ha insistido en que la falta de actuaciones contra el ruido y locales que no cumplían la legalidad generaba numerosos conflictos en Palma y Calvià y llevó a que su asociación tuviera que multiplicar las quejas y denuncias ante las protestas de asociados por «competencia desleal». En concreto fue interrogado sobre las denuncias a uno de los empresarios que ejercen la acusación particular y que llegó a interponer un recurso contencioso en su contra porque el Ajuntament no intervenía.

Noticias relacionadas

En la sesión del día también ha declarado un agente de la Patrulla Verde que, también ha achacado al fiscal durante la instrucción, Miguel Ángel Subirán, algunas alusiones incriminatorias hacia compañeros suyos que realizó durante la instrucción. En el juicio sólo ha mostrado su extrañeza porque el local de 'El Ico', el Cavalli, fuera cerrado en festivo y ha aludido a una fuerte discusión que se produjo cuando él y otros agente se negaron a firmar el acta contra un local porque se había hecho una sonometría en ausencia. Este establecimiento fue clausurado y esa sanción fue justificada por un ingeniero municipal. «Tengo que puntualizar que mi declaración fue en un momento complicado y que fue una negociación con el señor Subirán. Él reconducía mis declaraciones e intentaba vestir una mentira de verdad», señaló.

La declaración más tensa de la mañana ha sido la del empresario Bruno de Silva, constantemente advertido por el tribunal por ocultar información. Ha admitido que mantiene una relación de enemistad con Cursach y Sbert y vínculos con uno de los denunciantes de Calvià. Aseguró que sufrió una persecución por parte de la Patrulla Verde cuando tenía un local abierto en s'Arenal. También ahondó en la situación de tensión en Magaluf. Dice que uno de los denunciantes le recomendó no instalarse allí porque era «peor que Siria». También se la ha mostrado un vídeo en el que se acerca a BCM con gritos e insultos.