Un hombre aceptará una condena de doce años de cárcel por grabar imágenes de su hija y a una amiga desnudas en un domicilio del Pont d'Inca con fines pornográficos. El acusado, que trabaja como profesor de Formación Profesional, se hizo pasar por su hijo adolescente para conseguir fotografías íntimas de una menor de Galicia. El docente, asistido por el letrado Santiago Garau, llegó este miércoles a un acuerdo con la fiscal y el abogado de la acusación particular y lo rubricará el próximo lunes en la Audiencia Provincial de Palma. El procesado ha consignado 3.000 euros por el daño moral causado a la adolescente gallega que le envió imágenes desnuda y deberá indemnizarla con 7.000 más. Los hechos ocurrieron entre 2018 y 2019 en una casa de Pont d'Inca. El hombre, que residía junto a su esposa y sus tres hijos, instaló cámaras en el cuarto de baño para grabar a su hija, de 15 años, y a otra menor mientras utilizaban el inodoro.
Las imágenes fueron descargadas en un disco duro externo que utilizaba el procesado. A principios de junio de 2019, el docente conectó ese disco duro al ordenador que utilizaba la familia y fue descubierto por su hijo menor. El joven observó gran cantidad de vídeos de pornografía infantil y grabó el contenido del disco en otro aparato. A continuación se lo contó a su hermano mayor y este a su madre, que denunció los hechos ante la Guardia Civil. El profesor fue detenido el día 15 de junio y los agentes le intervinieron una serie de dispositivos con material de pornografía infantil. La hija del investigado ha renunciado a ejercer cualquier acción civil o penal contra su padre, al igual que su amiga.
El acusado, entre 2018 y junio de 2019, se hizo pasar por su hijo a través de distintas redes sociales como Instagram o Snapchat y a través de varios nombres de usuario contactó con varias menores para ganarse su confianza. El hombre consiguió que una de ellas, que vive en Galicia, se desnudara y realizara actos de contenido sexual frente a la cámara de su teléfono y le mandara fotografías desnuda. El profesor aprovechó para grabar esas imágenes a lo largo de un año y medio. A raíz de estos hechos, la menor ha requerido tratamiento psicológico y en una ocasión llegó a hacerse cortes en los brazos.