–¿Usted sabe que las algarrobas tienen un precio elevado?– ha preguntado la fiscal.
–Sí– ha respondido el acusado.
–¿Para qué quería las algarrobas?– ha incidido la jueza.
–Para dar de comer a mis animales. Tengo dos cabras.
La víctima de un robo de algarrobas en Inca: «Los árboles estaban pelados»
Juzgan a un hombre por robar tres sacos de frutos y agredir a los dueños de la finca
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6 comentarios
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RaiguerY cuantos problemas ha evitado un perdigonazo de sal que llega de la nada… ja i tornarás!!!!!
Por ese precio sale más barato robar que trabajar. El problema es que si es el dueño el que le da dos tortas se queda sin algarrobas y pagándole la multa.
Esto parece una canción de Ossifar.
Hurto? Entrar en propiedad privada y el echo de arrancar algarrobas no es fuerza? Y pegar q los propietarios no es fuerza? Normal que la delincuencia aumente si cuando te pillan no se castiga por las veces que lo han echo y harán en el futuro no ejemplarizan ni les quita las ganas se volber ha delinquir
Barato, muy barato.