Un juzgado de lo Penal de Palma ha condenado a una mujer a un año de prisión por hostigar a sus vecinos del piso de arriba durante meses, lo que obligó a los perjudicados a mudarse de la que había sido su vivienda de toda la vida. Asimismo la procesada, de 76 años, no podrá acercarse ni comunicarse con el matrimonio afectado durante tres años. La magistrada también la sentencia al pago de una multa de 360 euros por un delito de daños, ya que golpeó en una ocasión la puerta de los denunciantes y provocó desperfectos.
En el juicio, celebrado semanas atrás en Vía Alemania, la acusada negó los episodios de molestias, pero sí admitió los desperfectos en la entrada de la vivienda, ubicada en plaza París, en Palma. «No sé decir mentiras, claro que le di los golpes», admitió. Antes de la vista la mujer consignó 315 euros.
La jueza apunta en la sentencia, a la que ha tenido acceso Ultima Hora, que tras la prueba practicada en el juicio «es innegable que los perjudicados fueron víctimas de actos de hostigamiento y acoso, hostiles y humillantes por partes de la acusada». Los incidentes se remontan a enero de 2020 y se prolongaron durante meses.
La acusada, de 76 años, empezó a hostigar a sus vecinos del piso de arriba, a los que acusaba de robarles dinero entrando a su casa con una llave maestra, poner la música y la calefacción alta y hasta de contaminarle el agua de la ducha. Todo ello negado por el perjudicado durante la vista. «Cuando dice que pasaba todo esto nosotros no estábamos. Nos tuvimos que marchar de donde llevábamos 40 años viviendo», subrayó. Otro residente en el edificio explicó a la jueza que fue testigo directo del acoso. La sentencia puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial.
4 comentarios
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Esto tiene muy facil solucion, yo lo he sufrido tanto en Palma como en un pueblo, en Palma, yo fui presidente de una comunidad, habia un vecino que casi todos los fines de semana venia borracho y aparte de des pertar a todo el vecindario hacia sus necesidades en el pasillo, entonces ideamos unos cuantos vecinos en sellarle el candado de la puerta, tuvo que llamar al cerrajero, y en el pueblo un perro que no dejaba de ladrar en todo el dia,nos juntamos unos cuantos vecinos y le denunciamos ante el ayuntamiento, tuvo que vender el perro.Todo tiene su solucion si uno quiere, y tiene cooperacion.
En mi finca tenemos una igual, de la misma edad que aparte de hostigar a los vecinos de arriba de su piso, los cuales se han tenido que marchar aun le sobra para el resto de la finca, y se permite atar el pomo de la puerta a la barandilla de la escalera para que no puedan salir.
Le sale baratísimo, los perjudicados no han sido recompensados por buscarse otra vivienda con las molestias y gastos que conlleva.