Gaziantep, en Turquía, este martes. | Suhaib Salem

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El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha declarado este martes el estado de emergencia durante tres meses en las diez provincias afectadas por los terremotos registrados el lunes, que han dejado más de 3.500 muertos en el país y cerca de 1.500 en el norte y el noroeste de Siria, según los últimos balances. «A partir de la autoridad que nos confiere el artículo 119 de la Constitución, hemos decidido declarar el estado de emergencia», ha dicho el presidente turco desde el Centro de Coordinación de Información Estatal en la capital, Ankara. «Completaremos rápidamente los procedimientos presidenciales y parlamentarios sobre la decisión, que cubrirá las diez provincias afectadas por los terremotos y que durará tres meses», ha especificado. «Estamos haciendo frente a uno de los mayores desastres no sólo en la historia de la República, sino también de la región y del mundo», ha dicho Erdogan, que ha cifrado en 3.549 el número de muertos y en 22.168 los heridos.

«Nuestro mayor consuelo es que más de 8.000 ciudadanos han sido rescatados hasta ahora entre los escombros», ha añadido. Asimismo, ha recalcado que las autoridades han enviado a las zonas afectadas 54.000 tiendas de campaña y 102.000 camas, entre otros materiales. «Nuestro Estado a empezado a trabajar en las zonas de desastre con todas sus instituciones, personal, intermediarios y espíritu de movilización», ha destacado el mandatario, según ha recogido la agencia estatal turca de noticias, Anatolia. Erdogan ha desvelado que el Gobierno ha movilizado 100.000 millones de liras turcas (cerca de 4.960 millones de euros) para la respuesta y ha apuntado que más de 53.000 personas trabajan en las tareas de búsqueda y rescate, «una cifra que aumenta cada hora con equipos de Turquía y del extranjero». Por otra parte, ha confirmado que las clases han quedado suspendidas hasta el 13 de febrero en todo el país y hasta una semana después «en la zona de desastre».

El terremoto, de magnitud 7,4 en la escala abierta de Richter, tuvo su epicentro en la provincia de Kahramanmaras y afectó también a las provincias de Adana, Adiyaman, Diyarbakir, Gaziantep, Hatay, Kilis, Malatya, Osmaniye y Sanliurfa, así como a Siria. Horas después, un seísmo de magnitud 7,6 sacudió la misma zona, en medio de los trabajos de búsqueda y rescate. A la cifra de fallecidos en Turquía hay que sumar cerca de 810 muertos en las zonas de Siria controladas por el Gobierno de Bashar al Assad, así como otras 790 víctimas mortales en zonas de las provincias de Idlib y Alepo (noroeste) que se encuentran en manos de rebeldes, según diversos balances publicados durante las últimas horas por las autoridades sirias y la Defensa Civil de Siria, conocida como 'cascos blancos'.