El Puig Major 'desaparece' bajo tres metros de nieve | ARCHIVOS

Pascual RibotPuig Major02/03/23 12:54
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La nieve en Mallorca suele ser un fenómeno extraño y que a la vez, alegra mucho a los ciudadanos de la isla. Cada año suele caer algún copo de nieve en las zonas más altas, pero este 2023 ha empezado de manera histórica en este aspecto. Tanto en enero con una gran ola de frío como con el paso de Juliette, Mallorca ha registrado las mayores nevadas de sus últimos 40 años. Uno de los puntos con más cantidad de nieve ha sido el Puig Major que ha amanecido los últimos días con hasta tres metros de nieve cubriendo su superficie.

Las imágenes que se han ido recogiendo hasta ahora han sido increíbles. Aunque fuera desde altitudes menos elevadas, el calado de las nevadas es bastante notable, pero esta vez, desde dentro de la base militar que gobierna el Puig Major, han llegado las instantáneas que demuestran la espectacularidad de las consecuencias de Juliette.

Se puede ver como la base militar acabó totalmente enterrada por la nieve y que la densidad llegaba hasta los tres metros en algunas zonas ya que superaba la altura de las vallas que rodean esta zona. Una increíble estampa que aleja Mallorca de lo que normalmente se puede ver en las islas a estas alturas de año, cuando la primavera ya empieza a dar sus primeros coletazos. Es por ello, que esta borrasca ocasional ha pillado a muchos desprevenidos y puede suponer una gran ayuda para poder llenar los embalses de agua y dar un apoyo extra de cara al verano en el suministro de agua.

A pesar de que el centro de Juliette haya abandonado la isla, este jueves, las nevadas seguirán presentes a partir de los 700 metros de altura, por lo que la nieve seguirá presente durante unos días más dejando un 'skyline' impresionante desde mucho puntos de Mallorca al que miles de mallorquines han acudido en masa para poder ver los restos espectaculares de Juliette que reinan la isla. De hecho, algunos ya han aprovechado la ocasión para poder realizar deportes inauditos como el esquí o el snowboard, desafiando la morfología balear.