La Guardia Civil se ocupó de investigar la grave agresión mutua. | Alejandro Sepúlveda

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La Fiscalía reclama una condena de siete años de cárcel para el acusado de apuñalar a un hombre en el corazón en Bunyola, en una pelea delante de la estación de tren. La víctima salvó la vida de milagro pero, a su vez, está acusado de golpear con una piedra al otro acusado y se le reclaman cinco años y medio de prisión.

Los dos hombres viajaban en coche por la carretera de Bunyola en dirección a Sóller el uno de febrero de 2019. Conducía otro, compatriota de ambos, todos de nacionalidad rumana. Los dos pasajeros comenzaron a discutir en el vehículo. El conductor, harto de la situación, paró el coche en el pueblo. Los otros dos se bajaron y, lejos de hacerse la paz, comenzaron una pelea a puñetazo limpio. Los dos acabaron al suelo y siguieron con la lucha.

En esa escena, el principal acusado echó la mano al bolsillo y sacó una navaja. Se la clavó en el tórax al otro y le alcanzó un ventrículo del corazón con gravísimos daños cardiacos y una hemorragia masiva. Acabó en la UCI, con cirugía de urgencia y, tras recuperarse, una cirugía de 14 centímetros en el pecho.

El agresor del cuchillo tampoco terminó entero. El apuñalado, según la fiscalía, empleó una piedra para golpearle en la cara durante la pelea. Le partió la base de la órbita ocular izquierda y, el afectado por estos daños también pasó por el quirófano para tratarse de los graves daños sufridos en la visión. De hecho, estas secuelas son permanentes y ve doble como consecuencia del golpe, un defecto que no se puede resolver mediante una operación y que le limita para leer o deambular.

Ambos serán juzgados la semana que viene en el mismo procedimiento. Los dos se reclaman indemnizaciones cruzadas, uno acusado de intento de homicidio y el otro de un delito de lesiones con deformidad.