Los vigilantes de seguridad tan sólo podrán informar a los conductores, pero no tendrán ninguna autoridad. | Miquel A. Cañellas

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Nuevo giro en la guerra abierta entre AENA y el Ajuntament de Palma. En esta ocasión, la Brigada de Seguridad Privada de la Policía Nacional lanza una advertencia muy clara y directa a todas las partes implicadas. Los vigilantes de seguridad bajo ningún concepto pueden dirigir el tráfico y mucho menos multar o sancionar infracciones de circulación. En su contestación, los máximos responsables del control y vigilancia de la seguridad privada matizan que lo único que pueden hacer y, siempre dentro del recinto delimitado (no en vía pública), es realizar labores de informadores. Es decir, pueden comunicar a los conductores que están estacionando en zona no permitida e invitarles amablemente a que circulen.

Si los conductores hacen caso omiso (están en su derecho) lo único que podrán hacer será llamar a la Policía Local de Palma que es la autoridad competente en esta materia. Es más, desde la Policía Nacional ya han dejado bien claro que no pueden hacer fotografías o tomar imágenes de vehículos o matrículas.

Por su parte, desde Cort tienen muy claro que lo último que van a hacer es enviar a policías para multar a ciudadanos por una finalidad lucrativa por parte de AENA. Exigen al Estado que autoricen 30 minutos de gratuidad a los residentes y un mayor número de plazas rotatorias. Por su parte, AENA mantiene su afán recaudatorio y sigue generando una guerra encarnizada. Del mismo modo, desde Cort también apuntan que, según la disponibilidad de agentes irán atendiendo las demandas de AENA y que en la mayoría de casos se soluciona con presencia policial y sin necesidad de multar a nadie.