De noche, desesperados, acudieron a las dependencias policiales para interponer una denuncia por su desaparición y aportaron datos sobre la filiación del sospechoso. Sin embargo, cuando se encontraban junto a un agente explicando lo sucedido el hermano de ella les llamó desde el teléfono móvil para contarles que la adolescente acababa de volver a casa. La denuncia por desaparición, pues, quedó sin efecto y los padres abandonaron el cuartel.
Sin embargo, cuando se encontraron con la hija comprobaron que algo no iba bien. Dos días después, la menor se derrumbó y les contó que esa tarde noche el extranjero había abusado sexualmente de ella, llegando a la penetración. La familia volvió al cuartel e interpuso una denuncia contra el joven, por un delito de agresión sexual.
La Policía Judicial acudió al domicilio del acusado y procedió a su detención, en el Port de Pollença. Se trata de un delincuente con antecedentes, ya que en las navidades de 2021 protagonizó un violento episodio con su novia de entonces, a la que golpeó. En aquel entonces, era menor y la Fiscalía lo dejó en libertad, pero los agentes de la Guardia Civil temían que volviera a atacar a la chica, así que durante esa Nochevieja la casa de la víctima fue vigilada, para garantizar su seguridad.
El acusado ha sido puesto a disposición del juzgado de Inca, aunque no ha trascendido la resolución judicial. La niña de doce años fue trasladada a un centro hospitalario, donde le realizaron una revisión ginecológica. Los agentes de la Policía Judicial se entrevistaron con ella para conocer los detalles sobre la agresión sexual que había padecido. Según parece, el detenido sudamericano la engañó para que se fuera con él y en un momento dado la forzó a mantener relaciones sexuales. La niña no contó nada al principio porque temía por su integridad.