Vuelven a temblar los cimientos del cuartel de Sant Fernando por una nueva polémica. | Alejandro Sepúlveda

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Tiemblan los cimientos en el cuartel de San Fernando de Palma. Hace unos días, durante una auditoría informática rutinaria del servicio técnico del Ayuntamiento de Palma y cuando el personal laboral destinado en dependencias policiales estaba recogiendo cajas del despacho utilizado por un comisario jubilado, saltaron todas las alarmas. Los funcionarios detectaron una serie de cd’s y dispositivos de almacenamiento en cuyo interior había una gran cantidad de material pedófilo. Fotografías y vídeos de contenido sexual explícito con menores de edad.

Jefatura

En el momento que se descubrió dicho hallazgo, los trabajadores de Cort comunicaron lo sucedido a la dirección de la Policía Local de Palma, a la regidora del área de Seguretat Ciutadana y se informó al mismo tiempo al alcalde de Palma en funciones, José Hila. Acto seguido, se ordenó la puesta en marcha de una investigación interna. Una vez finalizada la misma y analizado el contenido pedófilo almacenado en los diferentes dispositivos intervenidos, se decidió cursar la pertinente denuncia judicial y poner los hechos en conocimiento de la Policía Nacional. Con suma celeridad, el Grupo de Delitos Tecnológicos del Cuerpo Nacional de Policía asumió la investigación de la causa informando de todo ello al juzgado de Instrucción número 7 de Palma, con el juez Antonio Garcías al frente.

El hermetismo por parte de la Jefatura Superior de Policía es máximo, pero fuentes municipales de Cort y de la propia Policía Local de Palma consultadas por Ultima Hora han confirmado que el comisario investigado se jubiló hace más de cuatro años. Se trata de un histórico del Cuerpo con más de 30 años de carrera a su espalda y con fuertes vinculaciones al mundo del sindicalismo.

Todas las fuentes consultadas coinciden en destacar que se trata de un comisario jubilado y que no tiene ningún tipo de vinculación actual con el equipo de mando. A pesar de que la noticia está siendo tratada con el máximo de sigilo para evitar un escándalo, en el cuartel de San Fernando no se habla de otro tema en los corrillos y conversación de bar. Nadie puede entender cómo es posible que una persona con el prestigio y cargo que ocupaba dentro del organigrama de la cúpula policial pueda verse salpicado en esta situación. «Hay cosas que no tienen explicación. Estamos todos consternados y la verdad es que nos resulta muy difícil creer que todos los delitos que se le imputan sean ciertos. También es verdad, que todo el material almacenado se encontraba en el despacho que ocupaba el comisario antes de jubilarse», comenta uno de los mandos más veteranos del Cuerpo. La investigación sigue abierta y no se descartan nuevas actuaciones en las próximas horas.

Polémicas

En los últimos años el cuartel de San Fernando se ha visto salpicado por innumerables escándalos. El más destacado fue la irrupción de la Guardia Civil en el cuartel por el caso del supuesto amaño de oposiciones que desencadenó el ‘caso Cursach’ donde casi una veintena de agentes acabaron en prisión preventiva y otros 70 fueron imputados. Tiempo después llegó el incendio intencionado de la comisaría de Son Gotleu, donde se quemaron un total de 25 motos y 6 coches. El fuego también afectó a parte del edificio del Casal de barri de Son Gotleu, concretamente en los despachos del área de Servicios Sociales utilizado por varias asociaciones. Otro de los duros golpes recibidos en el seno policial fue el atropello mortal del Passeig Sagrera, en el que falleció un camarero italiano de 36 años y otras dos personas resultaron heridas tras ser arrolladas por un coche patrulla. Este suceso tuvo lugar hace ahora un año.

El apunte

Solo el sospechoso tenía acceso a su despacho y a la clave del ordenador

La investigación policial iniciada por la propia Policía Local de Palma y el Ayuntamiento de Palma detectó que solo el sospechoso tenía acceso a través de su clave al ordenador (discos duros) donde se encontró el material pedófilo. Los cd’s y el disco duro localizados e intervenidos donde se almacenaban las fotografías y vídeos de índole sexual con menores como protagonistas era el utilizado por el comisario antes de jubilarse.