Una niña de ocho años contó a una profesora de un colegio de Palma que por la noche no dormía bien porque un vampiro entraba en su habitación y le tocaba por debajo de las bragas. El día 11 de octubre de 2017 le dijo a la maestra que ya sabía quién era el vampiro: su padre.
La Audiencia de Palma ha condenado al padre y al tío de la menor por abusos sexuales continuados. Al progenitor le impone once años de cárcel y que indemnice a su hija con 25.000 euros por los daños morales ocasionados. Para el tío de la niña fija la pena en cinco años y una indemnización de 5.500 euros.
Los acusados, en el juicio celebrado a principios del pasado mes de mayo, negaron los abusos y declararon que la menor se lo había inventado todo: «Esa niña siempre ha fabulado con cualquier cosa», aseguraron.
Los jueces indican en la sentencia que el padre de la niña acudía a su habitación de noche para realizarle tocamientos y que el tío abusaba de ella de día cuando se quedaba a su cargo porque sus padres trabajaban.
Los hechos considerados probados ocurrieron en el año 2017. La sentencia indica que en fechas no determinadas el padre y el tío de la menor le realizaron tocamientos en los genitales. El tío de la niña lo hacía cuando se quedaban a solas durante el día y su padre llevaba a cabo los tocamientos por la noche en numerosas ocasiones. En una ocasión le introdujo los dedos en la zona genital y por ese episodio la condena de prisión es superior a la del tío.
El Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) asumió la tutela de la pequeña tras tener conocimiento de los tocamientos. El tribunal sostiene que los informes relativos a los abusos «son de una insistencia evidente. No es posible que sean producto de la imaginación de la niña».
A finales de octubre, en una entrevista con una psicóloga del centro de acogida, la menor relató que se sentía mejor allí que en su casa: «Papá me asusta cuando estoy dormida».