El detenido es escoltado por dos agentes de la Policía Nacional. | CNP

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Irrumpió de madrugada en una habitación de Son Llàtzer al grito de «soy policía, ese bebe es mío, dádmelo». Dentro había dos mujeres, abuela y madre, con su bebé recién nacido. El hombre, que terminó detenido por la Policía Nacional, les mostró un teléfono móvil como si fuera la placa de policía. Con el paso de los días se van conociendo más detalles del intento de robo de un bebé que tuvo lugar el pasado lunes en este hospital de Palma.

El individuo detenido es un hombre español de 49 años de edad y también está imputado por arremeter contra un sanitario. Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado lunes, sobre las 4 de la madrugada, cuando un sanitario del hospital de Son Llàtzer se cruzó con un hombre y éste sin mediar palabra, le propinó un empujón diciendo que querían robar a su hijo.

A continuación el hombre accedió a una habitación donde estaban las dos mujeres y la bebe recién nacida. Al entrar les dijo: «Soy policía, ese bebe es mío, dádmelo» y mostró un teléfono móvil como si fuera la placa de policía. La abuela de la niña intentó mediar con el hombre pero este aseguró que iba a llamar a la policía si no le entregaban a la menor. Acto seguido, por miedo a que el extraño individuo pudiera hacerle algo a la niña, las dos mujeres se encerraron con la bebé en el baño.

Cuando el hombre salió de la habitación para hablar con el personal sanitario, la abuela aprovechó para explicarles a los trabajadores allí presentes lo que estaba ocurriendo. Rápidamente estos activaron el timbre de pánico que alertó a los servicios de seguridad del centro hospitalario. El hombre fue reducido por el personal de seguridad y retenido a la espera de la Policía Nacional. Estando ya retenido, el hombre manifestó que «solo quería pillar algo e irme de aquí».

Con los agentes de la Policía Nacional en el lugar, y tras algunas indagaciones, el hombre fue detenido. Sin embargo, quedó en el área de psiquiatría para su valoración. Fuentes policiales también apuntan que el individuo arrestado había aparcado el coche en la zona de minusválidos, supuestamente para tener una mejor escapatoria en caso de lograr su cometido.