Francisco B., custodiado por dos guardias civiles, este miércoles en los juzgados de Inca. | Teresa Ayuga

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Francisco V., brigadista del Ibanat detenido por provocar siete incendios en Selva y Caimari, ha sido trasladado por la Guardia Civil este miércoles por la mañana hasta los juzgados de Inca. El hombre, de 60 años, se ha cubierto la cara con la mano izquierda cuando ha visto a la fotógrafa de este periódico y a las dos cámaras de la televisión IB3 a su llegada a las 8.50 horas. La jueza de Instrucción número 3 de la ciudad, en funciones de guardia, le tomará declaración.

El exbrigadista del Ibanat fue arrestado por la Guardia Civil el pasado lunes por la noche. Hacía más de 15 días que los investigadores del tenían fijadas sus miradas en él. El lunes por la tarde, el 112 alertaba a los diferentes equipos de emergencia de que se había declarado un nuevo incendio en el término municipal de Caimari. En esta ocasión, las llamas y la proximidad con algunas viviendas obligaron a la Policía Local de Selva y a la Guardia Civil a desalojar a los ocupantes de varias casas.

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Un amplio dispositivo policial detuvo al hombre. Francisco V. desconocía que las brigadas del Ibanat y la Guardia Civil lo estaban vigilando desde el aire con un dron. En el último mes, Selva y Caimari habían registrado siete incendios agrícolas y forestales en su demarcación. Los vecinos sospechaban que los fuegos habían sido intencionados.

Hace unos días, la Guardia Civil tomó declaración al ahora detenido en calidad de testigo. Había muchas cosas que a los agentes no les cuadraban. Entre ellas, que Francisco V. había sido la persona que siempre alertaba de los incendios a los equipos de extinción. El lunes por la tarde, el dron consiguió grabar el momento exacto en el que el presunto pirómano prendía fuego en una finca y trataba de huir en una motocicleta.

El sospechoso fue detenido con varios encendedores, pastillas para encender fuego, papeles y acelerantes. El hombre había trabajado hacía tiempo en una brigada del Ibanat como bombero, pero fue apartado y en la actualidad hacía trabajos de albañilería e incluso colaboraba con el Ayuntamiento de Selva en las carreras del pueblo.