Rodríguez y Gijón declaran en el juicio contra Penalva y Subirán

El perito, auditor de cuentas, cuantifica una serie de costes para Roig en su reputación que provoca un daño económico.

Tras Orta comparece un perito propuesto por la acusación que representa a Antoni Roig sobre los daños sufridos por la empresa.

Declara Orta que puso una queja contra Subirán ante la Fiscalía General del Estado porque le insultaba en sala y que fue desestimada.

Relata que un día apareció la madame del caso en su despacho: "Yo la conocía de un torneo de pádel. Se presenta en el despacho, yo no sabía que ella estuviera en la causa, lo supe después, me vino al despacho. Estoy harta que Penalva y Subirán me pregunten sobre tí y sobre Álvaro. De repente me viene. ¿Porque tú sabes lo que pasó? Como no me sacó de ahí se marchó".

"Después, un par de ocasiones bajé del despacho a fumar y en dos ocasiones, en días diferentes, me encontré al señor Subirán escondido tras un coche. ¿Qué hacía vigilándome a mí? ¿Qué hacía en Nuredduna?"

Orta dice que, cuando representaba a Gijón tuvo que dejarlo. «Había rumores muy fuertes de que iban a detenerme».

«Fabricaban pruebas para acomodar la causa a lo que habían preconcebido».

«Yo conocía al señor Penalva porque teníamos a un amigo en común, le tenía mucho aprecio. Era un juez respetado y querido por los abogados. No creía que fuera posible vivir lo que vivimos.»

Termina la declaración de Rodríguez. Es el turno de José Ramón Orta, ahora gerente de SFM y primer abogado de Gijón en estas causas.

"No tiene explicación que a quien yo no conocía para nada me montasen esta trama judicial corrupta contra mí. Si les queda algo de decencia a estos señores me gustaría que dijeran quién es el artífice de esta trama. Creo que ellos no son porque no me conocían pero han obedecido a alguien que ha orquestado una trama política".

"En esta causa a mi no me preocupaba el titular de hoy. Ya tenía perjuicios contra mí sin haber declarado. Me preocupaba la del día siguiente, que decía que Cursach me había pagado una fiesta de 30.000 euros con prostitutas en las que se consumía droga. Y eso no se investiga y sigue así y sigue más".

"Él vino con una denuncia del Seprona porque tenía una actividad sin licencia municipal y quería que yo se lo arreglase. Le dije, yo no puedo hacer nada, tendrás que ir a la Gerencia de Urbanismo y preguntar los trámites. Pensaba que tenía capacidad para hacer una llamada y arreglarlo. Se fue un poco enfadado".

«Aquí el fallo fue que de la denuncia que recibieron no se investigó nada».

«Nadie ha querido investigar si era verdad o mentira. El juzgado se dedicaba a filtrar noticias en una causa que estaba secreta».

Empieza el interrogatorio a Rodríguez.

Termina el interrogatorio a Gijón con esta frase.

Gijón explica a la Abogacía del Estado por qué reclama una indemnización de 900.000 euros. Una de las cosas que incluye es el presupuesto de una empresa especializada en derecho al olvido en internet. «Hay más de 700 titulares en mi contra si se busca en la red» y señala que supone «una losa» en su contra.

«Tengo una losa detrás de malas noticias que difícilmente me permite acceder a trabajar a determinadas empresas», contesta Gijón a preguntas de la Abogacía del Estado en torno a su situación laboral. El Estado es responsable civil subsidiario y tendría que pagar indemnizaciones a los afectados en caso de condena a Penalva y Subirán.

Gijón dice que, cuando detuvieron a sus padres estaba cambiándose para ir al Parlament.

Barinaga, abogado de Penalva y Subirán, pregunta por la presencia de Juan Carrau como fiscal en una de las declaraciones que hizo en el 'caso ORA'.

Horrach le pregunta por un cambio en el contrato de la luz de piso, que estaba a nombre de la empresa Binidelta, luego pasa a estar al de Álvaro Gijón y vuelve a Binidelta. Interroga si fue para ocultar el piso. Gijón explica que se fue a vivir a ese piso cuando se separó y cuando dejó la vivienda cambió de nuevo el contrato. «¿Qué estoy ocultando yo ahí?»

Insiste Gijón que no intentó ocultar ningún piso: "Difícilmente se puede ocultar algo cuando se va a un notario".

Horrach la pregunta por un acta de la junta de Gobierno en el que él está a cargo de un punto relacionado con el 'caso ORA'. Gijón explica que él era teniente de alcalde pero que no tenía firma delegada en Mobilitat. "Ninguna intervención, cero. Yo no digo nada, no hablo. Daba por hecho que el señor Vallejo y el alcalde habían hablado con el secretario del ayuntamiento que lo podría haber aclarado fácilmente si se le hubiera preguntado".

Sobre las discrepancias entre el interventor y el funcionario que impulsaba el contrato de la ORA dice que él no intervino y que fue el alcale, Mateu Isern, quien se reunió con ambos y les pidió que se pusieran de acuerdo en la fórmula pero que esta fuera legal.

El abogado Pedro Horrach, que representa al subinspector Miguel Ángel Blanco inicia el interrogatorio de las defensas a Álvaro Gijón. Le pregunta si se reunió con el interventor del Ajuntament en torno al contrato de la ORA, algo que dijo éste cuando declaró en el juicio. Gijón lo niega.

«Lo que yo decía no tenía ningún tipo de validez. Yo ofrecí la geolocalización de mi teléfono se hubiera demostrado que nunca estuve en esta calle. Yo no he ido en mi vida de putas, igual el juez sí, pero yo no».

Habla de las noticias que reflejaban las declaraciones de la madame en torno a orgías sexuales. «No solo eran mentira sino de un soez brutal». El abogado y exfuncionario, Pedro Torres, recuerda episodios como los relacionados con un colchón y el uso de drogas.

Gijón señala que el propio equipo de gobierno del PSIB sostenía que el contrato de la ORA había dado un superávit de 1,2 millones de euros y no las pérdidas que sostenían los investigadores. «Simplemente con buena voluntad y un poco de conocimiento de sumar nos hubiéramos ahorrado muchísimo daño»

Gijón responde a las acusaciones particulares. Sostiene que es imposible manipular un contrato como sostenían Penalva y Subirán: "Deberían haber visto menos la serie 'Narcos'. Es imposible manipular así un concurso, que el concejal de turno llegue y ordene a trece funcionarios que lo alteren sin que ellos ganen nada".