Esta vecina de Santa Ponça prefiere ocultar su cara y nombre real por cuestiones de seguridad. | Alejandro Sepúlveda

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«El mismo día que me operaban de una lesión en el brazo entraron en mi casa y me robaron. Me enteré en el hospital». El botín no fue poca cosa, lo sustraído por los ladrones superaba los 200.000 euros entre joyas y dinero en efectivo. Destacaba un anillo de diseño, único en el mundo, que alcanzaba los 100.000 euros en el mercado. Una herencia familiar que su propietaria no valoraba por lo económico sino por lo sentimental. Un anillo que ha podido recuperar gracias al trabajo de la Guardia Civil que recientemente capturó a los ladrones y con ellos parte de lo robado. Esta es la historia de Laura, su anillo de diamantes familiar y un grupo de lanzas chilenos'.

Antiguamente en Chile se denominaba ‘lanza' a aquellas personas que emigraban al extranjero para robar y enviar dinero a su familia. Durante los últimos años en España los cuerpos policiales han atribuido el nombre de ‘lanzas chilenos' a las bandas organizadas con miembros chilenos que se dedican al robo en domicilios, cajeros y comercios. Son grupos itinerantes, muchos establecen su sede europea en Barcelona, y durante el verano suelen acudir a Mallorca. Tras una temporada vuelven a Chile a ‘descansar'. A Laura, prefiere emplear un nombre ficticio y no dar la cara por cuestiones de seguridad, le entraron en casa el pasado 22 de agosto. «'Sé que tenías la operación pero… ¿que has hecho en casa que hay tanto caos?', me dijo una amiga que había ido a cuidar a mi perra mientras estaba en el hospital. Me marché de casa para ir al hospital y una hora después me estaban robando», relata esta vecina de Santa Ponça. A su paso los ladrones se llevaron algo de dinero y joyas que para Laura significaban mucho más que dinero: «Tenía unos anillos que mi papá me regaló a los 18 años, es lo único que tengo de él, bueno, tenía… eso no se ha podido recuperar».

Los ladrones entraron por la ventana tras asustar al perro, esquivaron todas las cámaras y fueron directos a la habitación principal. «Estoy segura que le hicieron algo a mi perra, una descarga eléctrica o algo así. Estuvo vomitando algunos días y ahora tiene mucho miedo», asegura. Poco antes del día del robo Laura había sufrido una grave caída con importantes lesiones en el brazo. Aquel día sobre el mediodía dejó su casa para ingresar en el hospital donde le someterían a una operación quirúrgica. La noticia del robo le llegó estando allí: «Yo había apagado ya el teléfono pero la intervención se retrasó un par de horas y para pasar el rato lo volví a encender. Fue allí cuando me llegaron los mensajes. Me pasaron un vídeo y efectivamente, me habían robado. Intenté calmarme y mis amigos alertaron a la Guardia Civil».

Uno de los integrantes de la banda durante una de las entradas en viviendas de Mallorca.
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La vuelta a casa fue demoledora. Laura pudo comprobar ‘in situ' la magnitud de todo lo sustraído. Habían dejado un colgante de oro, también de origen familiar, que luce durante la entrevista con este periódico. La Guardia Civil le explicó que esta banda trabaja asumiendo muchos riesgos y que aunque tenían la vivienda estudiada quizás tuvieron que abandonarla rápidamente y por eso dejaron alguna cosa. De lo que no había ya ni rastro era de la ‘joya de la corona', un anillo de diamantes valorado en más de 100.000 euros: «Hacía un mes y medio que mi hermana me la había dado. Su hijo la quería vender y para mantenerla en la familia me la dio con la condición de que me la quedara…».

Pasaron los días tras el robo y aunque la propietaria afectada no lo sabía el grupo de ladrones estaba a punto, según sus planes, de abandonar la Isla. Actuaban así, estaban en Mallorca solo de paso para robar. El viernes 1 de septiembre por la mañana el móvil de Laura empezó a vibrar. Algunas de sus amigas le reenviaban noticias informando de la detención de una banda de ladrones chilenos que robaban en viviendas de Bendinat y Santa Ponça. En las publicaciones había una foto con algunas joyas pero ninguna coincidía. «Primero pensé que era imposible y tras comprobarlo no vi nada. Al cabo de un rato un amigo me envió otra noticia que incluía un vídeo… ¡allí estaba! Era mi anillo», explica visiblemente emocionada.

Imagen de todo el material incautado por la Guardia Civil.

La Guardia Civil, en un trabajo coordinado del Grupo de Patrimonio de la Policía Judicial junto con el área de investigación de Pont d'Inca, lograron identificar y detener a los presuntos ladrones. Los agentes detectaron que el pasado 28 de agosto uno de los sospechosos pretendía abandonar la Isla, por lo que realizaron un operativo en el aeropuerto de Palma para su detención. En una vivienda de la calle Industria de Palma arrestaron a otros cuatro miembros de este grupo. Los agentes registraron la casa y encontraron numerosos bolsos de lujo, relojes de alta gama valorados entre 8.000 y 30.000 euros, joyas, metanfetamina, así como 7.000 euros más en efectivo. Se trataba de una banda de ‘lanzas chilenos'. Laura tan solo logró recuperar el anillo que le había dado su hermana y a pesar del resto de pérdidas se muestra muy agradecida con los agentes por hacer posible el deseo de su hermana: «Estoy aquí para dar las gracias a la Guardia Civil por su gran trabajo, de verdad, muchas gracias».