El incendio en la residencia Fontsana de Palma a última hora de este martes se ha saldado con tres mayores ingresados, por heridas leves. Otros 34 pasaron la noche en casa de familiares, tras los momentos de tensión durante el suceso. Finalmente los bomberos confirmaron el buen estado del edificio y no fue necesario reubicar a otras residencias a los mayores, que -a excepción de una treintena- volvieron con cierta normalidad al centro.
Dada la espectacularidad de las imágenes y la vulnerabilidad del colectivo, la alarma este martes por la tarde fue máxima. Además de cerca de un centenar de equipos de emergencia, también se movilizaron el conseller Guillermo Sánchez, y la directora insular de Atenció Sociosanitària del Consell de Mallorca, Rosa Llobera, para coordinar las actuaciones a seguir con la dirección de la residencia Fontsana.
Tras extinguirse las llamas, los bomberos evaluaron las infraestructuras y finalmente decretaron el buen estado de las mismas, salvo la segunda planta, lugar donde se originaron las llamas y que resultó seriamente dañada.
Ante esto, el IMAS puso a disposición de los 82 usuarios afectados -de los 150 con que cuenta el centro- habitaciones para pasar la noche en las residencias públicas de La Bonanova y Son Caulelles, en Pòrtol, aunque no fue necesaria ninguna reubicación. Aún así, algunas familias prefirieron acoger en sus casas a algunos de los mayores, debido al enorme susto que se vivió.
La segunda planta del centro Fontsana se ha incendiado, causando grandes llamaradas y provocando el desalojo de 131 personas, entre trabajadores e internos. El fuego ya está extinguido y, por suerte, no ha habido que lamentar daños personales graves. Sí han tenido que ser atendidas varias personas por intoxicación por inhalación de humo.
Grave trastorno para residentes y familias.
El cambio de ubicación puede provocar desorientación en estos frágiles abuelitos.
Esperemos que en el futuro haya una mejor prevención de siniestros.
Gracias a la buena actuación sinembargo no ha habido heridos que lamentar.
El 90% de las residencias unas más, otras menos, son auténticos campos de concentración, dejadez e ineptitud.
La eterna cantinela es "nos falta personal". El que hay muchas veces está quemado o mejor haria en buscar otro sector, ya que no sirven para tratar con personas.
Por desgracia las he necesitado, y era entrar a visitar con pena y salir con rabia.
Un mundo triste adornado con cartulinas de colores.
Gent gran, els grans olvidads del Estat.
Se vergonya es q aquesta gent gran no pugui está amb els seus fills o familiars, i tenguin q recurrí a une residencia,
He aquí se culture individualista de occident.
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Grave trastorno para residentes y familias. El cambio de ubicación puede provocar desorientación en estos frágiles abuelitos. Esperemos que en el futuro haya una mejor prevención de siniestros. Gracias a la buena actuación sinembargo no ha habido heridos que lamentar. El 90% de las residencias unas más, otras menos, son auténticos campos de concentración, dejadez e ineptitud. La eterna cantinela es "nos falta personal". El que hay muchas veces está quemado o mejor haria en buscar otro sector, ya que no sirven para tratar con personas. Por desgracia las he necesitado, y era entrar a visitar con pena y salir con rabia. Un mundo triste adornado con cartulinas de colores.
Gent gran, els grans olvidads del Estat. Se vergonya es q aquesta gent gran no pugui está amb els seus fills o familiars, i tenguin q recurrí a une residencia, He aquí se culture individualista de occident.