El suceso comenzó alrededor de las 16.30 hora local (9.30 GMT) en el centro comercial Siam Paragon, uno de los más populares de la capital y ubicado en una de sus principales avenidas. Tras escucharse varios disparos, la Policía procedió entonces a la evacuación del recinto, del que salieron cientos de personas, y el sistema del tren elevado fue suspendido temporalmente. Una hora después del tiroteo en los alrededores del centro comercial continuaba la confusión entre un gran número de personas que transitaban bajo la lluvia la zona en plena hora punta.
Una pistola Glock de 9mm
Según las imágenes de las cámaras de seguridad publicadas por diversos medios locales, el sospechoso es un varón que portaba una pistola Glock de 9mm y vestía pantalones de camuflaje, camiseta negra y una gorra. Menos de una hora después de que comenzara el tiroteo, los oficiales lograron detener y arrestar al sospechoso, al que esposaron e interrogaron en el centro. En las imágenes en las redes sociales se observa cómo los agentes ordenan al sospechoso que se ponga de rodillas y con las manos en la cabeza y, tras romper una cristalera, acceden a la habitación y lo esposan en el suelo sin que el menor se resistiera.
Según el portal Khaosod, el supuesto autor de los disparos indicó a la Policía que había oído voces ordenándole realizar el ataque. En un vídeo difundido por la Policía se ve al menor custodiado por un agente al que le dice: «Lo ves? Está ahí». La Policía reveló más tarde que el sospechoso tiene un historial de tratamiento psiquiátrico y que había dejado de tomar su medicación. Al centro comercial se desplazaron el recién nombrado jefe de la Policía, Torsak Sukwimol, y el viceministro del Interior, Chada Thaiset.
El primer ministro tailandés, Srettha Thaivisin, expresó en X (antes Twitter) sus condolencias a los familiares de los fallecidos y por los heridos y agradeció de que se haya detenido al sospechoso. Siam Paragon también expresó sus condolencias en un comunicado en Facebook y agradeció a su equipo de seguridad y a la Policía haber conseguido controlar la situación y priorizar la seguridad del público y los empleados del centro comercial. Otros tiroteos pasados Tailandia, donde hay más de diez millones de armas para una población de 71 millones, sufrió en octubre del año pasado una matanza en la que un expolicía mató con una pistola y un cuchillo a 36 personas, incluidos 24 niños, e hirió a otras 10 en la provincia de Nong Bua Lamphu, en el noreste del país. El autor de la matanza, que fue abatido por la Policía, atacó una guardería y tenía problemas financieros y matrimoniales. En 2020 murieron 29 personas y otras 58 fueron heridas cuando un soldado empezó a disparar en un centro comercial en la provincia de Nakhon Ratchasima (noreste) antes de morir por disparos de la Policía. Estos tiroteos en Tailandia, que no solía tener este tipo de sucesos, abrieron el debate para aumentar el control sobre el exceso de armas en el país.
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