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Un hombre de 56 años y nacionalidad española se dirigió el pasado miércoles por la tarde a una casa de la barriada de Foners de Palma empuñando un machete de grandes dimensiones. El individuo, que se encontraba en estado ebrio, se introdujo en el edificio diciendo: «Voy a matar al padre y a la hija». Los clientes de un bar de la zona lo vieron y avisaron enseguida a la Policía Nacional, que lo detuvo. «Me da igual terminar en la cárcel, yo quería matarlos», dijo el arrestado a los agentes. «Menos mal que habéis llegado, sino os hubierais encontrado tres cadáveres».

Los hechos ocurrieron sobre las 18.00 horas. Agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional se desplazaron con urgencia al domicilio mientras la Sala de 091 recibía una llamada que informaba que había un hombre que estaba aporreando la puerta de una vivienda con un machete en la mano. Los policías, equipados con escudos, subieron las escaleras hasta el tercer piso, donde se encontraba el hombre armado, que hizo gestos amenazantes a los agentes.

Los policías, al ver la actitud del agresor, lo empotraron contra la pared para evitar que manipulara el machete mientras uno de los funcionarios se lo arrebató de las manos. El hombre fue reducido y detenido por delitos de amenazas con arma blanca, quebrantamiento de medida cautelar y atentado agente de la autoridad. «No tengo nada que perder, para estar en mi casa viendo la tele estoy en la cárcel», manifestó a los agentes que lo arrestaron.

Los policías realizaron una serie de gestiones y averiguaron que el hombre tenía una habitación alquilada en la vivienda en la que aporreaba la puerta y que tiempo atrás agredió sexualmente a la mujer que convivía con él. El sospechoso también intentó apuñalar al padre de ella. El hombre y su hija lo expulsaron de la casa a raíz de estos hechos y un juzgado le puso una orden de alejamiento de los moradores del domicilio.