El chef mallorquín en una de las imágenes compartidas en las redes sociales del que era su restaurante. | R.S.

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La Policía Civil de Porto Seguro no tiene dudas de que Eliandro Loureço Menezes, el principal sospechoso del crimen del chef mallorquín David Peregrina y su mujer, llevaba mucho tiempo planeando vengarse de ellos después de que el cocinero no cumpliese su palabra a la hora de cederle un trozo de terreno. El presunto asesino se encuentra fugado y, según su hijo, no tiene intención de entregarse.

Eliandro trabajó durante años para Peregrina, al que conoció en Brasil. Durante las ausencias del chef en el país sudamericano para rendir cuentas con la justicia mallorquina, el presunto asesino le cuidaba sus propiedades. Pero no como la víctima creía. Los investigadores han podido saber que prófugo almacenaba drogas y armas en las instalaciones del fallecido sin que este lo supiera. En 2015 la policía encontró drogas ocultas en el terreno de la pareja.

La relación entre Peregrina y Eliandro no era mala, hasta que el mallorquín le negó al delincuente lo prometido a cambio de ser el guardián de sus propiedades: un trozo de los terrenos que había adquirido tiempo atrás en aquella zona. Esto hizo que el presunto autor se la tuviese jurada y a finales del mes pasado se cobró su venganza de la peor manera posible para el chef y su esposa.

Lo que los investigadores tienen claro es que la muerte de ambos no tiene nada que ver con las estafas que David Peregrina cometió en Mallorca. Ahora los esfuerzos de los agentes de policía se centran en dar con el paradero de Eliandro, que, como en anteriores ocasiones, no se lo pondrá fácil.