Así son las nuevas pistolas eléctricas con las que patrullarán las calles la Policía Nacional

Una de las características principales de la pistola es que cuando el agente proceda a desenfundar el taser, de forma automática, se activa una cámara de grabación la cual almacena las imágenes hasta que se vuelve a enfundar. De esta forma, en todo momento quedan protegidos los derechos fundamentales tanto de los ciudadanos como del agente que protagoniza la acción. En Baleares, se han entregado un total de 27 dispositivos distribuidos de la siguiente forma: 4 en Menorca; 6 en Eivissa y, finalmente, 17 entre la capital balear y Manacor, todos ellos en demarcaciones donde está desplegado el Cuerpo Nacional de Policía.

Los agentes han sido formados para la correcta utilización de los dispositivos de inmovilización electrónicos. «Hoy presentamos unas herramientas con las que cuenta la policía que vienen a facilitar nuestra labor y la eficacia en determinadas intervenciones que presentan cierta gravedad. Se trata de un nuevo recurso que servirá para afrontar situaciones complicadas que tenemos que resolver. Es una garantía, tanto para la víctima como para el funcionario que tiene que afrontar dicha situación», apunta el inspector jefe Javier Martín, máximo responsables de la unidad GOR (Grupo Operativo de Respuesta) de la brigada de Seguridad Ciudadana.

Las pistolas taser disponen de un sistema disuasorio que consiste en lanzar una pequeña descarga visual que emite a su vez un ruido muy característico con la intención de intimidar al presunto agresor para que deponga su actitud violenta. En caso contrario, se lanza una descarga que se prolonga durante 5 segundos que deja inmovilizado al sujeto y permite a los policías reducirlo y colocarle los grilletes. Con el paso del tiempo se irán dotando a las plantillas con nuevos dispositivos.