Fue entonces cuando Antoni Estela, de forma agresiva, vociferando e insultando, se dirigió con la mano alzada directamente contra el vecino encargado de dar lectura de los contadores individuales de agua, un hombre de 80 años. Para impedir que fuera agredido, otro residente se interpuso en el trayecto para protegerlo, aún así el anciano cayó sobre un coche que se encontraba estacionado en la calle, padeciendo un ataque de ansiedad y precisando ser atendido de urgencia.
El segundo vecino, al haberse puesto en medio para proteger al señor mayor, recibió un golpe directo de la mano derecha del activista que parecía ir destinado al anciano, efectuando con la palma de la mano abierta que impactó en su rostro. Acto seguido, Estela le agarró por la camiseta y se la rompió. Por el forcejeo ambos cayeron al suelo donde el ahora condenado siguió propinando golpes a la víctima. Todo ello, acompañado de frases como «Os voy a tirar la casa encima. Os voy a matar si me tocáis el contador. Os voy a tirar la casa abajo».
Como consecuencia de la agresión, las víctimas sufrieron abrasiones múltiples, lumbalgia distensión muscular y traumatismo en la nariz. Además, del ataque de ansiedad que padeció el vecino de avanzada edad. En su declaración, Toni Estela afirmó que «todo viene por el problema de que le cortan el agua sin avisar». También apunta que él siempre levanta los brazos cuando se enfada porque es su carácter, pero negó parcialmente las acusaciones, reconocimiento que sí cogió a su vecino del jersey y se lo rompió. «Sí. es posible que le diera con la mano abierta, sí», concluyó.
Escuchadas todas las partes, el juez condena a Antonio Estela por un delito leve de lesiones. Le impone una multa de dos meses de multa, con una cuota diaria de 9 euros, y a abonar una multa solidariamente de 108 euros a uno de sus vecinos por las lesiones sufridas. El anciano estuvo representado por los abogados Jaime Calvar y Nicolás Sosa.
El activista tiene otras causas pendientes entre las que se encuentra la de intentar atropellar intencionadamente a una vecina con el coche tras una discusión. Por ese hecho, el polémico activista fue detenido por la Policía Nacional.
51 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Un par de fines de semana en carretera de Soller y se le hubieran bajado los humos a este cafre.
Osea que con 600€ ya ha pagado la falta. Y ahora a seguir delinquiendo hasta que mate a alguien. Y el Juez puede dormir tranquilo?
¿Activista!!? este energumero es solo un "maton" de barrio amparado por la justicia, que pena que la justicia no actue como deba ser.se le quitaria la chulería.
jose SerraCreo que no han pillado la ironía...
VirotEs que es "activista". Ya sabe hay 2 leyes, a saber: Una para políticos (ahí están Pujol y Griñán), jueces-fiscales (recuperación del reloj robado en 2 horas), altos funcionarios, delincuentes profesionales (ya saben los de la libertad con cargos y las dilaciones indebidas) y para los ricos (desokupaciones en 2 meses). Parece que habrá que añadir a los "activistas" a esta categoría. Y otra para los borregos.
Este hombre el problema que tiene es que tiene una situación de salud mental, y debería estar medicado y/o ingresado
De profesión "activista". Quiero pensar que este Sr. (por llamarle de alguna manera, porque agredir a un Sr. de 80 años...), tendrá alguna otra profesión reconocida. ¿Profesor quizás?
Y que "activa" este "activista" la violencia sin control?
Pues sí que sale barato agredir y provocar heridas a otra persona, 180 euros de multa y 108 de indemnización, todo esi siendo reincidente...
denunciar la corrupción y los abusos sexuales cometidos en el IMAS socialista no es sinónimo de ser de derechas. Una persona con un pañuelo palestino al cuello te aseguro que no es de derechas, la derecha no defiende a los terroristas de ETA, o de HAMAS. Dicho esto está claro que la extrema izquierda critica hasta a uno de los suyos por el mero hecho de sacar a la luz los abusos sexuales de los tutelados en esos chiringuitos de colocación laboral de enchufados, donde los niños son lo menos importante. Y eso es una realidad.