Una mujer se hizo pasar por trabajadora de una empresa multinacional con sede en España para estafar a los padres de los compañeros de clase de sus hijos en Palma. El Grupo de Delincuencia Económica y Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional abrió una investigación y detuvo a la sospechosa, que ya había cometido estafas de 14.000 euros en el pasado con el mismo modus operandi.
La ahora arrestada aprovechó el cumpleaños de uno de sus hijos menores para ganarse la confianza de los padres del colegio. La mujer explicó a los adultos que trabajaba en una multinacional extranjera que tenía una filial en nuestro país. A continuación, intercambiaba los teléfonos con algunos de ellos para después informarles de que en la compañía había un excedente de productos tecnológicos como teléfonos móviles o tablets y que tenían que ser vendidos antes de final de año por un asunto de logística de la empresa.
La mujer argumentaba que los directivos de la empresa ofrecían la oportunidad a sus trabajadores que vendiesen a amigos, familiares y conocidos los productos a precio de coste antes de devolverlos a la fábrica. Los costes de la devolución, según explicaba, eran muy elevados y por ese motivo intentaba venderlos a su círculo más cercano para que se pudiera beneficiar de esa oportunidad.
Los investigadores de la Policía Nacional averiguaron que la mujer facilitaba datos reales de una empresa en la que supuestamente trabajaba. Las víctimas creyeron lo que les contaba y se interesaron en comprar los artículos que les ofrecía. Los perjudicados realizaron los pedidos a través de ella realizándole transferencias bancarias por adelantado para que no hubiera ningún incidente.
La joven aseguraba que la entrega de los productos se realizaría en un plazo de diez días laborables y garantizaba a las víctimas que todos los artículos venían con su correspondiente factura, garantía internacional, precintados y en sus embalajes originales. Después de realizar el pago enviaban el justificante del abono a la denunciada como comprobante.
Las compras, sin embargo, se iban retrasando en su entrega. La mujer se excusaba. Decía que el retraso se debía a los puentes de festividad o a las fechas navideñas y siempre decía que estaban a punto de ser entregados, pero nunca llegaban.
Transferencias para simular que devolvía el dinero
Los perjudicados, al ver que los productos no llegaban, contactaban con la ahora arrestada para que les realizase una transferencia a sus respectivos números de cuenta por el importe abonado. La mujer les enviaba capturas de pantalla con supuestas transferencias a los bancos de los afectados simulando el formato de su entidad bancaria. Los denunciantes se percataron enseguida que estas operaciones eran ficticias porque no llegaron a recibir ninguna cantidad.
Las clases se retomaron tras las vacaciones de Navidad y los perjudicados descubrieron que los hijos de la mujer habían cambiado de colegio de forma repentina y no volvieron a tener contacto con la denunciada. La Policía Nacional tuvo conocimiento de que la madre de los menores también dejó una suma importante de dinero sin abonar al centro educativo durante los meses que los alumnos cursaron estudios allí.
El Grupo de Policía Judicial, tras varías líneas de investigaciones abiertas, consiguió identificar y detener a la jovenr como presunta autora de un delito de estafa y falsedad documental.
7 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Cuánto listo hay por aquí, lo último que pienso es que una madre del cole me vaya a estafar, han pecado de buena fé.
Lo barato sale caro... La gente no aprende...
Estafadora? Sí. Pero las "victimas" se lo merecieron. Pensar que aún hay gente aprovechada que piensa que dan duros por cuatro pesetas... Les estuvo bien
Quina facilitat que segons qui per canviar a nes fills d'escola
Tendrían q asegurar Q l@s hij@s estén en buenas manos. Y esa señira a dormir al hotel d las rejas. Y digo lo d siempre, comprar en tiendas es lo más seguro
Ella una golfa; los compradores presuntos incautos que vieron "negocio". Yo no transfiero dinero a nadie. Y si quiero algo lo compro en tienda legalmente abierta con factura y garantía al canto. Nada de internet ni chorradas similares. ¿Que lo pago más caro?. Puede. El peinar canas debe servir para algo.
Qué triste vivir así. Y qué pena que esos niños tengan una madre así…