Tras la concentración en la plaza, los vecinos han iniciado la marcha por la barriada. | Julio Bastida y Pascual Ribot

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«Un barrio donde hay argelinos es solo un lugar donde se multiplica el crimen». Esa era la pancarta que presidió en la tarde de este viernes la plaza Fran Joan Alcina, en Son Gotleu, lugar escogido donde algo más de 300 personas se concentraron para pedir la expulsión de los argelinos de su zona. Españoles, senegaleses, nigerianos, marroquíes y sudamericanos se unieron en una sola voz para exigir medidas contundentes que frenen la oleada de violencia que está padeciendo la popular barriada de la capital balear. Lo que comenzó siendo una concentración, con permiso de la Policía Nacional, acabó siendo una pequeña manifestación que recorrió las principales calles del barrio mientras recibían los aplausos y apoyo de sus vecinos.

«La mañana del domingo, a las 3 de la madrugada entraron en mi casa. Mi mujer es muy despistada, deja el bolso en un lado y luego los busca en otro. Me dijo que le habían robado el bolso y al buscar las lentillas en la mesita de noche, fui a mirar el móvil y vi que me lo habían robado. Tenía a mi nieta de 4 años con nosotros y su tablet también había desaparecido. Ahí me di cuenta de lo que había pasado y le dije a mi mujer ‘nos han robado'», añade. «Fríamente, diez minutos de darnos cuenta, di gracias a Dios de que no me desperté durante el robo. Me busco la ruina, o los chafo o me chafan a mí. Si me matan me quedo muerto o si los mato paso el resto de mi vida en la cárcel. ¿Es justo vivir esto? A una mujer de 72 años le han entrado a robar cuatro veces. A ella le subieron hasta el piso por las tuberías, y a mí por el tragaluz. Hay gente que ya no denuncia harta de que se vuelta a repetir una y otra vez la historia», apunta Antonio Sánchez, vecino de Son Gotleu.

Por su parte, Hicham, vecino marroquí de la barriada, sostiene: «Los problemas en el barrio empezaron cuando llegó esta gente, que son jóvenes de 19-20 años. Roban a los niños, a las mujeres, a los ancianos y esto no puede seguir así. Hay muchos argelinos que llevan toda la vida, son trabajadores, esa gente no tiene la culpa.  Lo que hacen ellos nos ensucia a todos. Venimos a protestar por esto. La policía hace su trabajo, la unica solución para que acabe esto la tiene el Gobierno», concluye.

Este es el despliegue de banderas que varios representantes han colocado en la plaza
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Son datos objetivos. Los juzgados de guardia de Vía Alemania han experimentado un desplome muy significativo en las detenciones de ciudadanos de nacionalidad argelina desde que estalló el conflicto en Son Gotleu. Desde el pasado lunes, cuando centenares de personas se lanzaron a las calles y decenas de ellos se vieron envueltos en duros enfrentamientos violentos, los argelinos se refugiaron en sus casas, muchos de ellos en pisos patera, donde permanecen escondidos por miedo a ser linchados. Esta circunstancia ha generado un efecto en cadena y los robos con fuerza, atracos, hurtos, asaltos y agresiones perpetrados por los exmenas han quedado reducidos a la mínima expresión. De hecho, el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local de Palma registraban una media de entre 10 y 15 detenciones de argelinos por día. Ahora, desde el pasado lunes, el número de arrestos es una persona o ninguna.

La concentración ha comenzado pasadas las cinco de la tarde, cuando los vecinos han empezado a aglutinarse

Finalmente iniciaron una pequeña manifestación por las calles de la barriada donde fueron aclamados por los vecinos de la popular barriada.   

Los manifestantes por la calle Indalecio Prieto.

El barrio vive sumido en una tensión que ahoga a todos los que pasan por allí. A medida que transcurren los días, el miedo aumenta y son muchos los que eligen no salir de su casa. No suelo salir por la noche, prefiero estar seguro en casa y así evito problemas», explican. Hoy, han dado un paso adelante.

La Policía Nacional y la Policía Local mantienen una fuerte presencia en la zona. Los vecinos piden a los jueces que metan en la cárcel a los peligrosos argelinos con decenas de antecedentes.