El procesado durante la vista, celebrada semanas atrás en la Audiencia Provincial. | P.R.

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La Audiencia Provincial de Palma ha condenado a doce años de cárcel al hombre acusado de violar a una joven, a la que había conocido horas antes en un local de la capital balear, mediante sumisión química en febrero de 2023. El procesado deberá indemnizar a la víctima, que fue asistida por el abogado Gaspar Oliver, en 25.000 euros por los daños morales ocasionados.

El ahora sentenciado, nacido en Honduras, defendió su inocencia durante la vista celebrada en varias sesiones entre los pasados meses de abril y marzo. «Fueron relaciones sexuales consentidas» e incluso se atrevió a desafiar a la representante del Ministerio Fiscal cuando le preguntó por la droga que echó en la bebida de la perjudicada. «¿Usted estaba allí y me vio poner las pastillas?», le preguntó.

El fallo considera probado que el procesado se acercó, sobre las 21.30 horas del 24 de febrero de 2023, a la chica en un pub de la calle Blanquerna de Palma. La joven, que ese mismo día había comido con amigas, llevaba desde las 14.30 horas bebiendo alcohol. El acusado, consciente de ello, la invitó a seguir tomando. Ambos estuvieron juntos en el interior del local y el hombre aprovechó para echar en una copa sin que ella se diera cuenta clorfenamina y doxilamina. Dichas sustancias anularon la voluntariedad de la joven para tener relaciones sexuales.

El procesado, continúa relatando la sentencia, esperó un tiempo prudencial para que las sustancias hicieran efecto, y a las 00.30 horas insistió a la víctima a acompañarla a su casa. Una vez en la habitación de la chica, quien no tenía capacidad de reacción, la penetró vaginalmente hasta eyacular. Lo intentó más veces, pero la chica no paraba de repetirle «no más, no más...». Como consecuencia de estos hechos, la víctima se ha visto sometida a tratamiento médico con ansiolíticos y antidepresivos, sufriendo estrés postraumático. Durante el juicio explicó que al darse cuenta de lo ocurrido acudió en primera instancia a un PAC y de ahí la derivaron a Son Espases. Tras hacerle análisis en el hospital, le encontraron restos de fármacos susceptibles de causar la sumisión química.

Además de la pena de prisión de doce años, estará en libertad vigilada durante ocho y no podrá acercarse a menos de 500 metros ni comunicarse con la víctima durante dos décadas. La sentencia puede ser recurrida al Tribunal Superior de les Illes Balears.