La protesta del jueves por la tarde en s'Arenal. | Alejandro Sepúlveda -

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La Guardia Civil, en colaboración con la Policía Local de Llucmajor, ha blindado s'Arenal para evitar un nuevo estallido de violencia como el acontecido el miércoles por la noche, cuando una multitud intentó linchar a un grupo de supuestos delincuentes argelinos. Tal y como ocurrió en la barriada palmesana de Son Gotleu, la tensión se palpa en el ambiente y el gran dispositivo pretender rebajar la crispación.

Los agentes se han desplegado no solo en la primera línea de la playa, donde habitualmente actuaban los carteristas rumanos, y que ahora han sido expulsados por un grupo de violentos magrebíes, sino también en las calles próximas al Pont des Jueus, que separa los dos términos municipales de Palma y Llucmajor.

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Las fuentes policiales consultadas han indicado que el operativo se mantendrá «el tiempo que sea necesario». Por un lado, se pretende que el dispositivo sea visible, para que algunos vecinos no intenten tomarse la justicia por su mano, pero también se han infiltrado a agentes para conocer de primera mano qué está pasando y si se forman aglomeraciones con intenciones violentas.

En este sentido, la coordinación en Fuerzas y Cuerpos policiales es clave y el jefe de la Policía Local, Sergi Torrandell, está en contacto permanente con los mandos beneméritos para compartir información y reforzar algunas posiciones. Todos ellos han hecho un llamamiento a la calma y mantienen contactos con los líderes vecinales para rebajar la tensión.

El operativo se mantiene día y noche, aunque es en el horario nocturno cuando los agentes sospechan que pueden producirse incidentes. Se teme, sobre todo, que cualquier chispa puntual provoque un auténtico incendio. Los manifestantes sostienen que, de un tiempo a esta parte, un grupo de argelinos muy conflictivos ha sembrado el pánico en aquellas calles. Y advierten: «No pararemos hasta conseguir que se vayan de aquí. Lo conseguimos en Son Gotleu y lo haremos en s'Arenal».