La víctima se encontraba cenando con su familia en un restaurante cuando se produjo la agresión

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Un taxista del área de Calvià fue agredido este viernes por un grupo de hasta cuatro individuos que se hacían pasar por personas sordomudas que solicitaban donativos a los clientes de las terrazas de la zona. El joven, que se encontraba fuera de servicio y cenando junto a su familia, ha sufrido numerosas lesiones y ya ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil.

Según su testimonio, sobre las diez y cuarto de la noche, un hombre y una mujer se acercaron a la terraza de un restaurante, ubicado en la vía principal de Santa Ponça, solicitando a diversos clientes un donativo debido a su condición de sordomudos. Portaban una carpeta informativa y simulaban padecer dicha diversidad funcional auditiva. Al acercarse a la mesa donde se encontraba el taxista, éste les pidió que abandonaran el lugar y que «nos dejaran en paz, que queríamos estar tranquilos», ha avanzado en primicia a Ultima Hora. Se trata de Adrián G.G, vecino de Calvià y trabajador del gremio del taxi. Su objetivo es compartir lo ocurrido para que se tomen medidas contra la delincuencia.

El suceso ha tenido lugar en el restaurante Rhein y según el joven agredido se trata de un grupo de delincuentes habituales de la zona que utilizan la excusa de padecer un problema auditivo para robar carteras y otros dispositivos.

Al decirles que llamaría a la policía, la mujer, teóricamente sin capacidad de habla, contestó sin ningún tipo de problema a lo que el taxista, al comprobar la falsedad de su testimonio, cogió su carpeta y la lanzó fuera del local. Esto enfureció a la pareja de agresores. La mujer se acercó a la mesa desde fuera y escupió sobre el joven, de 34 años de edad. «No aguanté más, me levanté y comenzó un forcejeo. Ella me pegaba por la espalda y el por delante», explica.

En un momento dado, el hombre sacó un objeto contundente y le hirió en la cara, que comenzó a sangrar profusamente. También le agarró el codo y se lo dislocó. La pareja se dio a la fuga pero el herido tuvo tiempo de agarrar a la mujer. La retuvo en el suelo mientras desde el restaurante se avisaba a las fuerzas de seguridad.

Al parecer, el agresor huido avisó a otros compatriotas y apareció poco después «con dos gorilas en un coche». Al ver que el taxista retenía en el suelo a la mujer comenzaron a apalearle hasta herirle gravemente. Luego huyeron. Un miembro del restaurante en el que se encontraban logró grabar la huida de los agresores:

«Vino la ambulancia y me llevaron al hospital, no quiero que esto le ocurra a nadie más», narra preocupado. Considera importante informar a la ciudadanía sobre estas prácticas y agradece la rápida actuación del restaurante. La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación.