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Agentes de la Policía Local procedieron a la detención de un joven turista, alemán de 21 años de edad, por agredir a su pareja en un establecimiento hotelero de Playa de Palma, donde ambos se hospedaban. La intervención se llevó a cabo por parte del GAP, el Grupo de Actuación Preventiva de la Policía Local de Palma el pasado 10 de junio.

El recepcionista del hotel indicó que, durante el día anterior a la actuación, habían recibido numerosas quejas de otros huéspedes por los ruidos y molestias que generaba una pareja de turistas alemanes. Tras acudir a su habitación, fue recibido con actitud hostil por parte del hombre, el ciudadano alemán y su pareja, de tan sólo 18 años de edad. La joven se encontraba llorando y negó la existencia de cualquier problema.

Alrededor de las 20:00 horas del día siguiente, un camarero del bar del hotel alertó sobre gritos y golpes provenientes de la misma habitación ocupada por la pareja de turistas alemanes. Ante la negativa de los huéspedes a permitir el acceso del personal del establecimiento, y con la sospecha de que la mujer pudiera estar en riesgo debido a los altercados del día anterior, se tomó la decisión de utilizar la llave maestra para acceder a la habitación.

Al abrir la puerta, encontraron a la mujer en un evidente estado de nerviosismo y llorando. Al verlos, intentó acercarse a ellos, pero su pareja se lo impidió. Con la ayuda del personal del hotel, logró zafarse de su agresor y solicitaron la presencia de la policía. El hombre le había retenido su documentación personal y había arrojado su maleta y toda su ropa por la ventana de la habitación.

En vista de los hechos descritos, se procedió a la detención del autor, un individuo de 2 metros, 120 kilos y un 50 de pie que no ofreció resistencia. El turista fue acusado de un presunto delito de coacciones y maltrato de obra en el ámbito familiar. Para poder esposarlo, y dada su envergadura, fue necesario utilizar dos grilletes unidos entre sí.

La víctima declinó la posibilidad de denunciar a su pareja, aunque solicitó volver a su país a la mayor brevedad posible. Agentes de la Policía Local la acompañaron en todo momento hasta dejarla en la puerta de embarque de su vuelo. El agresor pasó a disposición judicial, quedando en libertad con cargos. La víctima proporcionó datos personales de contacto con el compromiso de contactar con el juzgado encargado de las diligencias cuando le fuera requerido.