TW
5

El pasado domingo 7 de julio, hacia las 10:30 de la mañana, la pareja de Antonia Estelrich Massanet, un vecino de Felanitx, llegaba a la casa que compartían y la encontraba vacía. Así comienza la compleja desaparición de la vecina de 68 años que continúa en paradero desconocido y sin dejar rastro alguno. «No hay ni una sola pista», en eso coinciden tanto la Policía Local del municipio como la agrupación de Protección Civil, decenas de agentes que, junto a la Guardia Civil, siguen buscando hasta que aparezca algún hilo del que tirar y descubrir el lugar en el que se encuentre Antonia.

En estos cinco días, todos los implicados coinciden en la complejidad de este caso por varias razones. La primera, porque se trata de un caso de alta vulnerabilidad, tal y como se informó cuando saltó la alerta sobre la falta de Antonia Estelrich. Según el protocolo de actuación estandarizado de la Fundación Quien Sabe Dónde Global, esto significa que, mientras la persona se encuentra desaparecida, existe un peligro para su vida o su integridad personal. Se activa un tipo de alerta distinto, ya que, o bien puede existir algún peligro externo o bien una falta de medicación imprescindible para la víctima y/o situaciones similares. Aún con la angustia de este índice activado en el caso de Antonia, su entorno asegura que se encontraba en un buen momento y que «hacía vida normal».

Protección Civil es uno de los organismos más implicados en esta infructuosa búsqueda

La agrupación de Protección Civil de la localidad fue la primera en actuar en el caso. Tal y como cuenta el jefe de la entidad, «nos llamó la alcaldesa a primera hora del lunes, antes de que se iniciase todo el dispositivo de búsqueda, nos informó de la desaparición y nos preguntó si sabíamos alguna cosa. Poco después, ya se nos envió la información oficial de búsqueda con las fotos y los datos existentes. La Guardia Civil empezó a coordinarnos», explica Joan Mas.

Los caminos cercanos al polideportivo fueron las primeras zonas que se batieron

Protección Civil comenzó la búsqueda por la zona del polideportivo municipal, Policía Local también trazó su segmento y empezó el rastreo. La hipótesis inicial pasaba porque Antonia hubiera salido a caminar «por eso pensamos que podría haber seguido hacia arriba, hacia alguno de los caminos populares que la gente frecuenta, como Son Ramonet. Empezamos a hacer cada parte y luego fuimos ampliando», narra Joan.

La búsqueda se va ampliando hacia los extremos, dando prioridad a los núcleos rurales más que a los urbanos

Una de las cosas que más sorprendió a los agentes fue que en el pueblo pocas personas supieran de la desaparición. No se produjeron excesivos movimientos, cosa que extrañó a los implicados porque normalmente cualquier desaparición que se produce en un núcleo de población específico, despierta más reacciones. Pero tenía una explicación coherente. Antonia Estelrich Massanet no era demasiado conocida aún en el municipio, había llegado hacia «cinco o seis meses y no la habíamos visto demasiado por el pueblo», explica un vecino.

La desaparecida es de Portocristo, localidad del llamado 'Port de Manacor', aunque su familia ha preferido no dar demasiados datos, ser discretos y guardar la intimidad de su familiar. A pesar del interés en el caso, incluso de los medios nacionales, las personas más cercanas a la desaparecida tratan de sobrellevar el tema con respeto y precaución.

Unidades territoriales de la Guardia Civil, el GREIM, el helicóptero sobrevolando la zona, 5 agentes de Protección Civil y otros 5 de Policía Local participan activamente en la búsqueda que, cada mañana, se inicia con una reunión o 'briefing' para poner en común las zonas batidas y adjudicar las nuevas del día. «Es bastante desesperante cuando todos los resultados son negativos. Carreteras complementarias. Negativo. Caminos rurales. Negativo. Zona de ruinas. Negativo. Son Proens. Cas concos. Carritxó. Negativo. Y así cada día», cuenta frustrado el jefe de Protección Civil, Joan Mas. Todos desean encontrar a Antonia sana y salva.

Protección Civil accede también al interior de cuevas, cavidades o aljibes para comprobar si existe algún rastro

Los equipos de a pie se paran también en «cisternas, aljibes, miramos dentro con linternas, en cuevas, si vemos matas muy tupidas miramos en su interior, lo registramos todo por si hubiera algo pero, de momento, nada», continúa. Este jueves están en el área de Son Valls. «No hay ni una sola pista. Nada. Buscamos y además vamos con su fotografía a todas las personas que nos encontramos y preguntamos por cualquier detalle que pueda ayudar en la búsqueda».

Las zonas boscosas son una prioridad para el dispositIvo de búsqueda

El oficial en servicio de Policía Local de Felanitx también explica el protocolo de rastreo que siguen. En su caso, «dos patrullas realizan las batidas pertinentes donde se indique, van tanto en coche como en moto, para tratar de acceder a lo máximo posible, si ven alguna zona susceptible de rastrear, se apean del vehículo y realizan registros a pie», explica. «No hay una sola pista y es un caso muy complejo. No llevaba vehículo, eso complica mucho porque no permite reducir las vías por las que podría circular; ir a pie lo hace muy difícil porque podría tener acceso en muchas direcciones, hay que mirarlo todo». El dispositivo se ha centrado en el núcleo rural más que en el urbano, e incluso van ampliando hacia Portocolom, también han batido Sant Salvador, Santueri, Sa Mola. También en la zona de canteras, a la que deben acceder con la máxima precaución, «son zonas peligrosas y de difícil acceso».

Dos patrullas de la Policía Local de Felanitx buscan en el exterior mientras que otro agente se ocupa de la centralita y cualquier información que pueda llegar

Por el momento, la búsqueda se mantiene activa, se trata del quinto día de dispositivo y la esperanza es que Antonia haya sufrido un accidente leve y pueda localizarse en algún área cercana.