Los padres, junto al menor agredido en el CEIP Son Ferrer, en la puerta de la Conselleria d'Educació. | Emilio Queirolo

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«Es una vergüenza que lo que que este hombre ha hecho valga 120 euros de multa en vez de retirarle la licencia para ejercer de profesor. Es que además es una persona reincidente. Ha empotrado dos cabezas contra la mesa: a mi hijo de ocho años y a otra niña de siete. Es inadmisible, no se puede perdonar», de esta manera relataba con indignación los hechos Sandra Martínez, la madre del menor de ocho años agredido por su profesor de inglés.

El suceso ocurrió el pasado 15 de noviembre en un aula del CEIP Son Ferrer, en Calvià, cuando el maestro entró en cólera después de sorprender a la víctima copiando durante un examen. Antes de la agresión, el condenado le espetó al niño: «Copia, copia, que me tienes hasta las narices». El caso desató una gran polémica ocupando titulares y minutos en medios de comunicación locales y nacionales «Mi hijo me dijo que cuando sucedió todo le dieron ganas de llorar pero que no lo hizo por vergüenza. Vamos, que el niño se sintió súper humillado», explica la madre.

Traslado

Después de que ocurrieran los polémicos hechos, el educador fue suspendido de empleo y sueldo durante varios meses por parte de la Conselleria d'Educació pero no se le ha prohibido poder seguir dando clase y trabajar junto a menores de edad. El profesor ha sido trasladado a otro centro donde continuará ejerciendo.