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Semana intensa para los agentes de la Policía Nacional que trabajan en el recinto aeroportuario palmesano, ya que, en los últimos siete días, se ha procedido a la detención de nueve personas por cometer distintos hechos delictivos, entre ellos el uso de pasaportes falsos para cruzar la frontera.

La Policía Nacional ha informado en una nota de prensa que los cuatro detenidos por falsedad documental son de nacionalidad albanesa, georgiana y dos iraníes, que trataban de cruzar el control fronterizo sin la documentación pertinente. En ese mismo punto de acceso, los agentes también localizaron a un ciudadano de origen británico que estaba reclamado por la Justicia Española.

Robos a los viajeros

Asimismo, en la misma semana, se ha detenido a cuatro personas más por cometer varias sustracciones a los viajeros que se encontraban en la terminal. Los cuatro detenidos son de origen argelino, italiano y rumano. Algunos actuaban en grupo y otros a nivel individual. En cuestión de siete días, el importe total de todo lo que había logrado robar supera los 43.000 euros, aunque, afortunadamente, los agentes de Policía Nacional han podido recuperar parte de esos efectos sustraídos, contando también con la colaboración de Vigilantes de Seguridad y Guardia Civil del aeropuerto de Palma, Son Sant Joan.

Orden de alejamiento para uno de los detenidos

Los detenidos eran conocidos ya por las fuerzas de seguridad y contaban con un amplio historial delictivo a sus espaldas, por lo que se han solicitado órdenes de alejamiento del recinto aeroportuario. La Autoridad Judicial ha accedido a dicha petición en el caso de un delincuente, de origen argelino, que ha reincidido en numerosas ocasiones, sobre todo en la zona del aparcamiento del aeropuerto.

Una vez más, Policía Nacional ha querido recordar a los ciudadanos y visitantes de Palma, que tengan especial cuidado con sus pertenencias, sobre todo en lugares de gran afluencia de personas y en los aparcamientos, en el momento de introducir en el vehículo sus equipajes, ya que se trata de la situación idónea que aprovechan los delincuentes para distraer a las víctimas y robarles.