El acusado, en el juicio celebrado en la Audiencia de Palma. | A.S.

TW
0

La Audiencia de Palma ha absuelto a un joven acusado de violar cuatro veces a una menor en Pollença. Un tribunal de la Sección Primera sostiene que las relaciones sexuales que mantuvieron fueron consentidas y hace hincapié en la «debilidad» de la versión de la chica, que envió una serie de mensajes por Instagram al acusado tras el primer encuentro el 6 de febrero de 2023. «En ningún caso son de desaprobación o reproche». En lugar de bloquearle en la red social y denunciar los hechos si no fueron consentidos, según la sentencia, «procede nuevamente a quedar con él hasta en tres ocasiones más».

El joven, de 20 años y nacionalidad colombiana, ha permanecido en prisión provisional por esta causa entre el 19 de mayo de 2023 y el 3 de junio de 2024. La Fiscalía reclamaba una condena de 40 años de cárcel para el enjuiciado, que fue asistido por el abogado David Colom, y que siempre defendió que las relaciones sexuales fueron consentidas.

Los hechos juzgados tuvieron lugar en 2023. El procesado mantuvo una relación de amistad con una adolescente de 13 años con la que quedó por Instagram para ir a dar una vuelta la tarde del 6 de febrero. Los dos se dirigieron a una casa abandonada cerca del campo de fútbol del Port de Pollença donde mantuvieron relaciones sexuales y después el acusado la acompañó a su casa.

Noticias relacionadas

Los encuentros sexuales se repitieron en tres ocasiones más en el domicilio del joven y en la reserva natural de La Gola. La última vez que se vieron fue el mes de mayo en casa del encausado, que le tenía que dar marihuana a cambio de un vaper. La Audiencia recoge en el fallo que no ha quedado acreditado que en todas esas veces que mantuvieron relaciones sexuales hubiera violencia o intimidación.

La Sala apunta que la versión ofrecida por la denunciante «adolece de falta de credibilidad». Ninguno de los testigos, según la sentencia, estuvo presente cuando se cometieron las agresiones sexuales denunciadas. La «debilidad» del relato de la menor se ve acentuada por uno de los episodios que relató ante el tribunal ocurrido en la azotea de la vivienda del joven. «Que en una de las ocasiones ella se pusiera encima del procesado resulta totalmente incompatible con una agresión sexual no consentida».

El acusado tiene un coeficiente intelectual del 58 por ciento por debajo del promedio, lo que supone un retraso leve que sitúa su edad mental en torno a las 10-11 años de edad. «Aún cuando el procesado tenía 19 años no era una persona alejada en madurez a la denunciante y no solo porque la asimetría de edad entre ellos no era excesiva, sino porque siguiendo lo informado por la perito el grado de madurez del joven era muy inferior al de su edad».