Dos hermanas bolivianas negaron este jueves en el juicio haber explotado sexualmente a nueve prostitutas en tres pisos de Palma. «Las chicas me contactaban, mi piso es libro, pueden venir cuando quieran. Hacían los horarios que ellas querían y había un reparto de beneficios del 50 por ciento», dijo una de las acusadas, que solo respondieron a las preguntas de su abogado.
–¿Debían estar disponibles en todo momento?
–No, ellas se presentaban cuando querían, no era una obligación atender a todos los clientes...
La otra enjuiciada, que era la encargada de una de las casas, aseguró que ninguna acudía en contra de su voluntad.
La Fiscalía reclama una condena de 30 años de cárcel para cada una de ellas por explotar sexualmente a nueve sudamericanas entre noviembre de 2020 y enero de 2021. El Ministerio Público recoge en su escrito que las víctimas realizaban jornadas laborales de 21 horas al día, que solo tenían un día libre a la semana y que el 50 por ciento de los beneficios se los quedaban sus ‘jefas', dos bolivianas de 38 y 43 años.
Una de las testigos, que trabajó para las dos encausadas, explicó que acudió a las dos hermanas por decisión propia y que el horario lo manejaba ella. Trabajó como encargada y como «chica».
–¿Cuánto ganaba como prostituta?– preguntó el fiscal.
–Unos 150 euros diarios.
Un agente de la Policía Nacional, que llevó a cabo la investigación contra las acusadas, manifestó que se entrevistó con varias chicas que estaban en situación irregular en España y que las condiciones en las que ejercían la prostitución «eran abusivas».
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A menos que estuviesen enjauladas bajo llave, atadas con una cadena en un tobillo o amenazadas de muerte, no estaban siendo obligadas a ejercer la prostitución. Que la mitad de las ganancias fueran para la casa es lo que aquí en Mallorca se llamaba tradicionalmente "anar a mitjes": el propietario ponía el terreno, el payés ponía el trabajo, y los beneficios se repartían 50-50.
Estas seguramente dejaron de pagar la "tasa" a quien toca, o hicieron competencia a quien no debían, y por eso denuncia, registro y juicio. El resto de madans siguen funcionando en los pisos de siempre, por algo será
Si son condenadas deberían ser expulsadas y que cumplan la condena en alguna cárcel de su país
Y el piso de la calle pau de Manacor sigue funcionando igual que estas