Imagen de la intervención de los sanitarios tras la tragedia que marcó el último concierto de Karol G en el estadio Santiago Bernabéu en Madrid. | X: @EmergenciasMad

TW
22

El mallorquín acusado de matar a un hombre tras el concierto de Karol G ha ofrecido su versión sobre el trágico incidente que tuvo lugar en la madrugada del miércoles en el estadio Santiago Bernabéu. El acusado habría señalado que golpeó a la víctima para «defenderse» después del enfrentamiento que habrían mantenido y del que las partes implicadas ofrecen diferentes perspectivas.

El conflicto se origina al entender el joven mallorquín de 33 años que la víctima, un empleado de banca vigués de 42 años, estaba grabando a un grupo de chicas entre las que se encontraba su pareja. El acusado increpó al hombre que estaba realizando una videollamada con su pareja, que vio desde la distancia lo que posteriormente ha calificado como un ataque «violento y totalmente gratuito».

Noticias relacionadas

El mallorquín, que este viernes puede salir de los calabozos tras ser acusado de un delito de homicidio por imprudencia, habría argumentado, según recogen informaciones de La Sexta, que se defendió. «Pensaba que iba a ser agredido y me he intentado defender propinándole un puñetazo en la cabeza», expresó en un primer momento en el lugar de los hechos, donde fue detenido apenas segundos después fue detenido por dos agentes de la Policía, que se encontraban a pocos metros regulando el tráfico con motivo del concierto y habían sido alertados por un viandante.

Los agentes encontraron a la víctima, inconsciente y sangrando, después de que se golpeara la cabeza al caer por el impacto recibido. Los sanitarios del Samur-Protección Civil comprobaron que la víctima sufría un traumatismo craneoencefálico severo con otorragia izquierda. Fue intubado y trasladado hemodinámicamente estable con preaviso al hospital de la Paz, donde ingresó en estado muy grave. Sobre las 15:30 horas del miércoles se notificó su fallecimiento en la Unidad de Cuidados Intensivos.

La familia confía en las cámaras de seguridad de la zona y en los testigos presenciales, además de en la propia declaración de la novia de la víctima, capaz de identificar al grupo al permanecer la videollamada conectada durante la agresión. Precisamente este extremo demuestra para la familia que no fue «una discusión ni un malentendido», sino un ataque «super violento, brutal y totalmente gratuito».