Las banderas del Reino Unido y la Unión Europea ondean a las puertas del Parlamento en Westminster - Imagen de archivo | Efe

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Una jueza de Mánchester decretó este lunes prisión preventiva para un niño de 12 años por participar de forma «muy grave» en los disturbios violentos ocurridos en el Reino Unido, convirtiéndose, según los medios locales, en el convicto más joven del país en relación a los altercados. El niño de 12 años -no identificado por razones legales- se declaró esta tarde culpable de dos cargos de «desórdenes violentos» ante el Tribunal de Magistrados de Mánchester después de haber arrojado un objeto a un furgón policial y haber participado en dos incidentes violentos diferentes en la ciudad del noroeste inglés.

La fiscal Tess Kenyon dijo al tribunal que el chaval acudió el 31 de julio a una concentración frente a un hotel que albergaba solicitantes de asilo en el barrio de Newton Heath, en Mánchester, entregando una piedra a otro joven y participando en un ataque a un autobús. Asimismo, el chico de 12 años fue «filmado por la policía pateando la ventana delantera de una tienda de vapeo» y arrojando un objeto a un furgón policial en la misma ciudad el 3 de agosto. «Está más involucrado en la violencia y el desorden que cualquier otro acusado que he visto pasar por estos tribunales, adulto o niño», afirmó la jueza de distrito Joanne Hirst, que describió el caso como «muy grave» y decretó prisión preventiva para el menor antes de ser sentenciado.

Este lunes, otro chico, también de 12 años, compareció ante el Tribunal de Menores de Liverpool y solo habló para confirmar su nombre -que no puede revelarse por tratarse de un menor- y declararse culpable del cargo de «desorden violento». El menor fue captado por las cámaras de seguridad mientras arrojaba un objeto a la policía el pasado 30 de julio en Southport (noroeste de Inglaterra) y luego marchándose en bicicleta, escuchó el tribunal.

El chico fue puesto en libertad bajo fianza con la condición de no entrar en la carretera de Southport donde tuvieron lugar los disturbios y tendrá que volver a comparecer ante el tribunal el próximo 17 de septiembre. El desorden estalló en los pueblos y ciudades del Reino Unido tras el apuñalamiento múltiple sucedido el pasado 29 de julio en Southport, que acabó con la muerte de tres niñas y una decena de heridos a manos de un joven galés de padres ruandeses de 17 años, Axel Rusakubana. Este hecho desató una oleada de violencia instigada por la extrema derecha y los colectivos anti-inmigración y más de 700 arrestos.