Robo de película en la sede de una cadena hotelera de Mallorca

El robo se produjo en la noche del sábado al domingo y los investigadores creen que los implicados, que llevaban herramientas y material muy avanzado, habían vigilado las oficinas para conocer su horario y funcionamiento. Además, tenían información precisa de la distribución de las tres cajas fuertes, por lo que habían recibido ayuda. Para evitar que saltaran las alarmas, los ladrones inutilizaron el wifi de toda la calle y se colaron por una ventana y se dirigieron a un anexo de un despacho, donde localizaron las dos primeras cajas.

Todo apunta a que trabajaron durante horas, con radiales de última generación y taladros hidráulicos de gran potencia. Se trata de herramientas que no están al alcance de la mayoría de bandas que actúan en la Isla, por lo que todo apunta a que los autores son albaneses altamente especializados en robos sonados, que realizan trabajos «por encargo».

Las dos cajas fuertes estaban reforzadas, por lo que los implicados tuvieron que emplearse a fondo para abrirlas. De hecho, tuvieron que hacer mucho ruido, pero al tratarse de un fin de semana y de noche pudieron trabajar con relativa tranquilidad. Después, lo intentaron con una tercera que se encontraba en el sótano, pero con esa no pudieron porque se trataba de una cámara blindada.

De las cajas sustrajeron dinero y joyas, pero todavía no ha trascendido el valor exacto del botín. El robo fue descubierto el domingo por la mañana, cuando los encargados acudieron al trabajo. La Guardia Civil fue alertada y la Policía Judicial se hizo cargo de las pesquisas. Los agentes, durante horas, inspeccionaron las instalaciones en busca de huellas o indicios sobre los autores. También se están analizando algunas cámaras de tráfico de la zona y de algunos establecimientos, por si captaron la llegada o huida de la banda.

Se da la circunstancia de que esa misma madrugada, una empresa de pescadería, con sede en el polígono de Capdepera, también fue asaltada y reventaron la caja fuerte. Por el modus operandi, no se descarta que se trate de los mismos hampones. Los agentes ya tienen un línea de investigación, pero de momento no se han practicado detenciones.

El 7 de diciembre de 1996 se cometió en Son Servera uno de los más importantes robos de aquella época en Mallorca, en el que, oficialmente, se logró un botín de casi 174 millones de pesetas en la sede de Cotesa. Pese a que las cinco personas que participaron en el asalto acabaron en prisión, sólo se pudo recuperar una parte muy reducida del dinero. Aquel asalto que pudo esclarecer la Guardia Civil recuerda al cometido ahora en Cala Millor.