Agentes de la UIP (Unidad de Intervención Policial) vigilando a la afición y ultras del Sevilla. | José Antonio Ramírez

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La Unidad de Intervención Policial (UIP) del Cuerpo Nacional de Policía son un cuerpo de elite que se desplaza a grandes eventos en cualquier parte del territorio nacional para reforzar a las unidades de la zona. Sus misiones son fundamentalmente de prevención y control del orden público y tienen en la disuasión, por la buena organización, disciplina y despliegue, su mejor herramienta de trabajo. En esta ocasión, aprovechando su presencia en la Isla por el refuerzo estival, se convierten en apoyo a sus compañeros de la UPR (Unidad de Prevención y Reacción) de Mallorca en el dispositivo de seguridad del partido de primera división entre el Real Mallorca y el Sevilla CF., un encuentro con asistencia de más de 23.000 espectadores.

Un equipo de Ultima Hora ha acompañado antes, durante y después del partido, a los equipos policiales encargados de la seguridad del recinto y de todos los asistentes al estadio.
Todo comienza unas tres horas antes. En la base de operaciones de los antidisturbios de la capital balear, en el Port de Palma, el inspector jefe Fernando Corchero, jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional de Balears, imparte un briefing con todas las unidades participantes.

En esta ocasión, Unidad Canina, encargados de revisar las instalaciones en busca de posibles artefactos explosivos; Unidad de Drones, UPR, UIP, Rayos (Motoristas), Grupo de Información y Unidad del Juego. Además, el dispositivo está complementado por más de un centenar de vigilantes y auxiliares de seguridad privada, voluntarios de Protección Civil y la colaboración imprescindible de la Policía Local de Palma, responsables de controlar los accesos del tráfico en los aledaños del estadio.
Coordinación

La UIP erradicó un botellón y identificó a varios ultras.

«El operativo comienza varios días antes. Gracias a la buena relación entre los coordinadores de seguridad de ambos equipos, intercambiamos datos sobre aficionados -en este caso unos 300- y, especial atención a los ultras o seguidores más conflictivos. Los tenemos a todos fichados y la vigilancia sobre ellos será máxima», señala Corchero.

El día de partido, la Unidad Motorizada (Rayos) son los encargados de escoltar a los autobuses de los equipos desde el lugar de concentración al estadio. A partir de ese momento comienzan las tres fases del operativo. «La primera fase es el control de los aledaños de Son Moix. Evitar enfrentamientos entre aficiones. En este caso, la UIP llegada desde Valencia, se hacen cargo de la afición del Sevilla y la UPR, de la afición local y resto de espectadores. Una vez que se abren puertas, la gran mayoría de la fuerza policial se desplaza a los tornos para apoyar al personal de seguridad privada. Una vez que comienza el partido, todos nos centramos en las incidencias internas», señala.

De hecho, el inspector jefe supervisa todo el despliegue desde la UCO (Unidad Coordinación Organizativa), una sala de control dotada con más de 120 cámaras de última tecnología. La tercera y última fase es el vaciado del estadio y evitar los enfrentamientos entra aficiones. «Antes del partido ha habido un pequeño enfrentamiento entre ambas aficiones. A nosotros nos han encomendado la tarea de control y vigilancia de los seguidores sevillistas y por ese motivo hemos procedido a la identificación de los implicados, entre los que tenemos localizados a varios integrantes de la grada radical Biris Norte. Como están haciendo botellón les vamos a retirar todos los elementos que pueda ser peligroso.

A partir de ahí, en todo momento van a estar acompañados y mediante el ‘pastoreo’ los vamos a llevar a su pastilla (grada cerrada) para que vean el partido y después una vez finalizado el mismo, los vamos a retener hasta que todos los aficionados locales salgan y el campo esté vacío. Acto seguido, los sacaremos», apunta el inspector Daniel Tarazaga de la tercera UIP.

«La única incidencia destacable ha sido la presencia de unos ultras locales que, una hora y media antes del inicio del partido, por la zona de la rotonda de La Vileta un grupo de jóvenes, algunos encapuchados y portando objetos contundentes, han ido a buscar a los seguidores rivales. La rápida actuación de nuestros grupos de intervención lo han impedido e identificados. Tal y como marca la Ley del Deporte, les hemos prohibido la entrada en el recinto y propuesto para sanción», concluye el inspector jefe.

La UPR (Unidad de Prevención y Reacción) durante el partido.

Una vez que el estadio ha sido desalojado, se realiza una última inspección del recinto, se apagan los focos y finaliza el operativo. La colaboración de la Policía Nacional con el resto de equipos de emergencia, Liga de Fútbol Profesional y, muy especialmente, con el Real Mallorca, resulta determinante. «Alfa cero para H20. Operativo Mallorca finalizado, sin novedad destacable».

Una vez comenzado el partido, dos turistas franceses hospedados en un apartamento en la capital balear, saltaron uno de los tornos de entrada (puerta 8) y se colaron. El personal de seguridad dio la voz de alarma y arrancó la búsqueda a través del ‘Gran Hermano’ de Son Moix. En menos de tres minutos, desde la UCO (Unidad de Control Organizativa) se localizó a los jóvenes, se informaron a unidades uniformadas y se procedió a su expulsión del estadio.

De forma muy sigilosa y discreta, dos policías bajaron hasta la posición de los jóvenes franceses que se habían colado en el estadio y se les pidió que les acompañaran. Un dispositivo de 8 agentes aguardaban en un vomitorio para actuar.

La cara de asombro y de incredulidad de los chicos fue mayúscula. Los franceses fueron informados que habían sido grabados y que serían propuestos para sanción. La broma de saltar los tornos, por la ley del Deporte, está penada con multas económicas muy elevadas y prohibiciones de acceso a los recintos deportivos. Acto seguido, se les invitó a que abandonaran el estadio.

El apunte

Son Moix cuenta con un ‘Gran Hermano’ de más de 120 cámaras de alta definición

La UCO (Unidad de Control Organizativo) de la Policía Nacional es un centro operativo de la Liga de Fútbol Profesional. Más de 120 cámaras de alta definición con grabación continuada que puede almacenar todas las imágenes durante un mes. Los gestores y almacenamiento de las grabaciones solo pueden ser tratadas por agentes de la Policía Nacional y se convierten en atestados policiales. A través de la UCO, los agentes lograron identificar sin ningún género de dudas a los autores de los cánticos racistas contra Vinicius o el lanzamiento de objetos, peleas, insultos, control de tornos y vigilancia permanente de ultras.