No habían pasado ni dos horas, concretamente sobre las cuatro de la madrugada, que el argelino propinó una patada a una puerta que estaba medio rota, la reventó, trepó hasta la terraza hasta que consiguió fugarse del centro. En estos momentos se encuentra en paradero desconocido y causas pendientes con la justicia.
Esta fuga pone de manifiesto las múltiples quejas y denuncias interpuestas por parte de los trabajadores de seguridad y sindicatos. De hecho, Sebastián Oliver, presidente del sindicato Espartanos, apunta: «Lo que está sucediendo en el Pinaret no tiene nombre. Arcos y escáneres de seguridad rotos, las celdas con candados y pestillos externos sin medidas de seguridad, cuando falle el sistema eléctrico las puertas se abren, no hay protocolos. En el último mes se han ido 10 vigilantes porque no quieren trabajar allí», comenta.
«Es justo reconocer que la actual gerente del centro está haciendo todo lo que puede y hemos conseguido avances importantes. Se están ultimando mejoras y tratando de subsanar deficiencias heredadas de tiempo atrás. Estamos muy contentos al conocer el cese del actual director de seguridad y la publicación de las bases de contratación para uno nuevo con criterios técnicos y objetivos», concluye Oliver.
Por su parte, fuentes oficiales del Govern balear, han confirmado la fuga del interno y su total colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para tratar de localizar lo antes posible al fugado. Del mismo modo, el pasado miércoles se publicaron las bases de contratación de un nuevo responsable de seguridad. El actual, tras las polémicas actuaciones y enfrentamiento constante con su equipo, será cesado.