El agresor se encuentra encarcelado desde que ocurrieron los hechos. | Guillermo Esteban

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El camarero de una discoteca de Punta Ballena fue condenado este martes a cuatro años de cárcel por patear la cabeza a un cliente. La víctima sufrió múltiples fracturas faciales a consecuencia de la agresión. El acusado, de 31 años y nacionalidad senegalesa, aceptó en el juicio en la Audiencia de Palma sustituir la pena de prisión por la expulsión de España durante diez años y una multa de 720 euros por otro delito de lesiones leves.

El agresor, que se encuentra encarcelado desde que ocurrieron los hechos, deberá indemnizar al perjudicado, un turista francés, con 30.000 euros por las lesiones y secuelas. El portero de seguridad del establecimiento aceptó la misma multa por un delito de lesiones leves.

La agresión tuvo lugar sobre las 1.50 horas del 11 de julio de 2023, cuando la víctima se encontraba con dos amigos en el interior de la discoteca. El camarero mantuvo una discusión con el cliente en el interior del local y lo expulsó junto a otro amigo. Una vez en el exterior continuó el enfrentamiento y el trabajador le propinó una patada en la cabeza que provocó que la víctima cayera de bruces en el suelo.

El cliente recibió una segunda patada en el rostro que lo dejó inconsciente. El portero del establecimiento, según el escrito de la Fiscalía, empujó a su acompañante y le dio una patada para evitar que ayudara a su amigo, que fue trasladado de urgencia al hospital Son Espases. El joven rechazó el tratamiento quirúrgico por los riesgos que podía haber durante la operación, indica el Ministerio Público.

Las lesiones tardaron en curar más de cuatro meses. El informe forense recoge que existió un riesgo vital dada la proximidad de estructuras neurológicas centrales. La Fiscalía reclamaba al principio siete años y medio de cárcel para cada uno de los acusados por un delito de intento de homicidio, pero ayer rebajó su petición tras llegar a un acuerdo con las defensas y calificó los hechos como lesiones agravadas.