La Policía Nacional arrestó al sospechoso tras el aviso de su ex y antes de que recogiera sus pertenencias. | A. Sepúlveda

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El juez de Instrucción número 10 de Palma envió este lunes a prisión a un joven, español de 28 años de edad, después de que su expareja hallara en casa una mochila con dos kilos de hachís mientras empaquetaba sus cosas tras finalizar la relación y avisara a la Policía Nacional, que lo detuvo por un delito contra la salud pública.

Días antes, el pasado viernes, el joven había sido condenado en juicio rápido por un delito de coacciones y tenía una orden de alejamiento respecto a su antigua pareja. El mismo lunes, y acompañado de agentes, tenía que ir a recoger sus pertenencias, pero no llegó ni a hacerlo. Una de sus efectos albergaba una desagradable sorpresa.

Los hechos, según fuentes próximas al caso, se remontan a la noche del domingo. La expareja sentimental del ahora arrestado se encontraba en la vivienda que ambos compartían, en Palma, empaquetando en cajas las cosas del joven. Horas más tarde tenía que ir él a recogerlas, así se había acordado entre ambos después de la orden de alejamiento interpuesta por un juzgado. Para sorpresa de la mujer, cuando iba metiendo en cajas las pertenencias de su ex, encontró una mochila negra y asas de color naranja que no había visto nunca y que desprendía un fuerte olor a sustancia estupefaciente. Cuando la abrió confirmó sus sospechas. Y avisó a la Policía Nacional.

La mañana siguiente, ya el lunes, los agentes del Grupo II de Estupefacientes, que alertados por los compañeros del descubrimiento, localizaron y arrestaron al sospechoso. En la bolsa del joven había 2.073 gramos de hachís, valorados en casi 14.000 euros, y una balanza de precisión, además de dos teléfonos de la marcha iPhone. Por todo ello quedó arrestado por un delito contra la salud pública. Puesto a disposición judicial horas después, y tras no dar una versión muy creíble sobre la procedencia de la droga, el juez de Instrucción 10, en funciones de guardia, decretó su ingreso inmediato en prisión. Su abogado, el penalista Diego González, recurrirá la decisión del magistrado y solicitará la puesta en libertad de su cliente.