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Un hombre ha aceptado tres años de cárcel por intentar matar de una cuchillada al amante de su novia en Santa Ponça. El acusado, británico de 29 años, se ha declarado culpable este viernes en la Audiencia de Palma de un delito de intento de homicidio y será expulsado de España cuando cumpla dos terceras partes de la condena por un tiempo de cinco años.

El tribunal de la Sección Primera ha tenido en cuenta la circunstancia atenuante de arrebato y de reparación del daño después de que el agresor haya indemnizado a la víctima con 30.000 euros. El procesado no podrá comunicarse ni aproximarse a menos de 500 metros del perjudicado durante cinco años.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 4.30 horas del 28 de julio de 2023 en un domicilio situado en el número 1 de la calle Murillo. El acusado se encontraba en la cama de su habitación con su novia cuando el perjudicado, que también mantenía una relación sentimental con la mujer, acudió a la vivienda. Ninguno de los dos hombres conocía esa doble relación.

Los dos hombres iniciaron una discusión y el acusado agredió al otro propinándole un puñetazo en la cara. A continuación, cogió un cuchillo de 18 centímetros de hoja y le asestó una puñalada en el tórax que le provocó un hemoneumotórax. El autor del apuñalamiento se dio a la fuga tras la agresión.

Los agentes de la Policía Local de Calvià se desplazaron enseguida hasta el lugar tras recibir el aviso de la pelea entre los dos hombres y localizaron y detuvieron al sospechoso en las inmediaciones. El agresor se encuentra en prisión desde entonces.

La víctima fue trasladada de urgencia hasta el hospital Son Espases, donde le operaron y quedó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Las lesiones sufridas, según recoge la Fiscalía en su escrito, «pusieron en grave riesgo la vida» del perjudicado.

La Fiscalía reclamaba al inicio del proceso judicial una condena de nueve años de cárcel para el acusado, pero este viernes la representante del Ministerio Público ha rebajado su petición a tres años tras alcanzar un acuerdo con la abogada de la defensa, Irene Hernández, del despacho Campaner Law, y el letrado de la víctima.