Agentes de la Unidad de Intervención Inmediata detuvieron al agresor, el pasado 17 de septiembre, en Son Gotleu.

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La Policía Local de Palma ha detenido a un hombre, de 34 años y origen colombiano, por dar un cabezazo a su mujer y destrozar el mobiliario de su casa en Son Gotleu. El agresor, que se encontraba en estado de embriaguez, amenazó a su pareja y a su hija tras ser arrestado por los agentes.

Los hechos se produjeron sobre las 22.00 horas del pasado 17 de septiembre, cuando la Policía Local recibió una llamada de que un hombre estaba destrozando todo el mobiliario de su vivienda. Una patrulla de la Unidad de Intervención Inmediata (UII) se personó en el domicilio y los agentes observaron que la puerta estaba abierta.

En el interior había muchos objetos tirados por el suelo, puertas arrancadas de los marcos y la televisión con la pantalla partida. Los policías anunciaron en voz alta su presencia antes de acceder a la casa y localizaron a la mujer y a la hija del hombre, muy alteradas, llorando en el salón.

Los policías comprobaron que las lesiones que había sufrido la mujer no eran graves y le preguntaron por el agresor, que se había dirigido al dormitorio tras provocar todos los desperfectos. Acompañados por la mujer, los agentes entraron en la habitación y encontraron al hombre en un evidente estado de embriaguez.

El individuo les contó que había subido a su casa después de consumir unas copas en el bar y, sin saber por qué, su hija le había atacado con un vaso de cristal por orden de su madre. Los policías detuvieron al hombre por un presunto delito de violencia de género y, mientras esperaban un vehículo para trasladarlo al cuartel de San Fernando, empezó a despreciar a los agentes y a amenazar a su pareja y a su hija.

Uno de los agentes, mientras esperaban la llegada del coche policial, se entrevistó con la víctima de la agresión en el salón de la casa y la mujer le explicó que cuando su marido volvió del bar empezaron a discutir por una cuestión de celos. El hombre comenzó a romper objetos de la vivienda y se acercó a su pareja, cogiéndola de la ropa, y le propinó un cabezazo.

La hija del matrimonio, que estaba siendo testigo, cogió un vaso de cristal ante el temor de que continuara agrediendo a su madre y le dijo que la dejara. El hombre no se detuvo y empezó a perseguir a la víctima rompiendo todos los objetos que encontraba a su paso. La joven pudo salir a la calle y desde allí llamó al 112 para requerir presencia policial.

La División de Policía Judicial inició las diligencias policiales que, una vez concluidas, fueron trasladadas, junto con el detenido, al juzgado de guardia. La valoración del riesgo realizada por la Unidad de Protección Familiar (UPFA) dio un resultado medio y se adoptaron las medidas oportunas para la protección de la mujer.