Decenas de agentes de la Policía Nacional, en la gran redada desarrollada en Son Banya en julio de 2022. | A. Sepúlveda

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El Ministerio Fiscal solicita dos años de prisión, tres de inhabilitación y una multa de 11.250 euros para el policía nacional acusado de dar un 'chivatazo' sobre una gran operación antidroga a un narco de Son Banya en verano de 2022. La organización criminal se benefició de la información obtenida y se deshizo del 88 por ciento de la cocaína que poseía antes de que un centenar de agentes irrumpieran en el poblado.

El funcionario, suspendido desde que se conocieron su arresto, adelantado en exclusiva por Ultima Hora, será juzgado próximamente en una sala de la Audiencia Provincial de Palma como presunto autor de un delito de revelación de secretos.

El policía nacional está acusado de desvelar a un narco datos de la ‘operación Atlántida-XGémina', que se saldó con 28 personas detenidas, 100.000 euros intervenidos, más de medio kilo de cocaína y cerca de dos de marihuana incautados. La Guardia Civil y la Policía Nacional tomaron Son Banya el 15 de julio y descabezaron al clan de ‘El Ove'. El supuesto chivatazo, según los investigadores, permitió a uno de los clanes deshacerse del 88 por ciento de la cocaína que poseía en tan solo 48 horas.

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El narcotraficante que recibió el aviso de la redada por parte del subinspector de la Policía Nacional hizo una declaración voluntaria en la Jefatura Superior tras ser detenido. Contó que el 18 de junio tuvo conocimiento de que estaba siendo investigado por la Policía Nacional y la Guardia Civil tras reunirse con el subinspector.  Ese agente, el 13 de junio de ese año, utilizó la base de datos policiales y se inventó la ‘operación Montaña' para saber si había algún tipo de investigación abierta sobre el traficante, con quien mantenía un trato «cercano y familiar», apuntaron los agentes que investigaron a su compañero.

Los policías responsables del caso contra el subinspector sostuvieron que la denominada ‘operación Montaña' «no respondería, presuntamente, a ninguna investigación real. Se trata de una excusa, de un uso perverso de la aplicación, para averiguar por parte del subinspector si el narcotraficante estaba siendo investigado por algún grupo policial y poderle dar aviso».

El agente fue arrestado el 4 de julio. Tras su pase a disposición, un juez de Instrucción decretó su ingreso en prisión bajo fianza. Le dio un plazo de 72 horas para que el funcionario ingresara 3.000 euros y lo hizo. El funcionario policial, en su declaración ante el magistrado, defendió su inocencia y remarcó en su día que no fue él quien avisó a los narcos de la redada.