La dirección del centro escolar advirtió a los agentes de que un alumno había mostrado al resto de su clase una pistola. Gracias a la mediación del vigilante de seguridad del instituto, los docentes consiguieron que entregara voluntariamente el arma y comprobaron que era de aire comprimido. En previsión de que portara más objetos peligrosos, le solicitaron que mostrara sus pertenencias, pero el estudiante se negó y fue entonces cuando la dirección del instituto requirió la presencia policial.
Los agentes se personaron en el centro educativo y durante 45 minutos estuvieron intentando que el menor les enseñase el contenido de su bandolera, «haciéndole ver la gravedad de los hechos y que sus actos podrían revestir un carácter penal». Pese a las advertencias, «la colaboración por parte del niño fue nula».
Desinterés por parte del padre del menor
Los agentes también se pusieron en contacto con sus progenitores, pero «obtuvieron como respuesta un total desinterés por parte del padre del menor». Ante esta situación, volvieron a expresar al menor de la gravedad de los hechos, pero «se negó nuevamente a prestar su colaboración». Por todo ello, y en presencia del director y jefa de estudios del instituto, le comunicaron al menor su detención, así como sus derechos.
La Policía Local de Palma ha detallado en un comunicado de prensa que, «preservando en todo momento la intimidad e integridad moral del menor, se procedió a una prospección superficial de sus pertenencias y encontraron dos navajas de mariposa, de las cuales no quiso explicar su origen o pertenencia. Los actuantes presentaron al menor ante Policía Nacional, quien se hizo cargo de la instrucción del atestado».