Ángel Ruiz, inspector del Grupo de Homicidios y el subjefe de la Policía Nacional de Baleares, Fernando Reboyras, este jueves durante la rueda de prensa ofrecida en Palma. | Julio Bastida

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Desde hace días, la Policía Nacional, con ayuda de personal de EMAYA y de TIRME, buscan los restos entre las más de 15.000 toneladas de residuos, tal y como adelantó en primicia Ultima Hora. De hecho, en la segunda zona de la incineradora de Son Reus ya han encontrado restos óseos que podrían corresponder a Agostina. Los mismos han sido remitidos al Instituto de Medicina Legal de Palma para ser analizados. Una de las dificultades con la que se encontraron los especialistas de Policía Científica fue que el camión donde supuestamente se trasladó el cuerpo debido a que todos los vehículos al finalizar su ruta se limpian con agua y productos químicos. Ese vehículo fue inmovilizado pasadas unas 48 horas del momento de la desaparición.

A las 23:57 horas del día 2 de octubre, se pierde el rastro de la chica en la confluencia entre la plaza des Pont y la calle Andrea Doria. Los investigadores sospechan que pretendía tomar el bus, línea 104 rumbo a Palmanova donde residía después de haber estado tomando algo con sus amigos. «Se ha podido comprobar que nunca tomó ese bus», señaló Ruiz.

La principal hipótesis con la que trabaja el Grupo de Homicidios es que Agostina, que iba bajo los efectos del alcohol, se introdujera en el contenedor de basura de forma voluntaria y que, fruto de la ingesta de bebidas alcohólicas y de la medicación que tomaba, perdiera el conocimiento.

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Otro punto importante para el caso fue que a las 00:20 horas (jueves), una cámara registró cómo llegó el bus de línea al que se subieron varios pasajeros entre los que no se encontraba Agostina. Una mujer, que estaba hablando por teléfono sentada en un banco a escasos metros de los contenedores explicó que a unos 30 centímetros del depósito de basura encontró el bolso y una blusa muy bien colocados que después se comprobaría que eran de Agostina.

«Descartamos la intervención de terceras personas por varios motivos. El tránsito de personas y de vehículos por la zona fue totalmente normal», explicó Ruiz. «En ningún momento hemos visto a nadie que pudiera haber parado su coche y forzado a Agostina a subir a la fuerza en contra de su voluntad. Sería incongruente y carecería de todo sentido común que el bolso estuviera perfectamente colocado y el móvil dentro del contenedor», concluyó Ángel Ruiz.

Uno de los puntos clave de la investigación viene marcada por el posicionamiento del teléfono móvil. Desde las 00:27 horas del día 3, cuando el camión de EMAYA recoge la basura hasta que llega a Son Reus, a través de las cámaras se comprueba que el vehículo y móvil hacen el mismo recorrido. A las 02:59 horas, el móvil da su última señal, una vez que entra en sala de depósitos.

Los investigadores de la desaparición el pasado miércoles día 2 de octubre de la joven Agostina Rubini, de 24 años, sostienen que «fue ella quien de forma voluntaria accedió al interior de uno de los contenedores de basura y perdió el conocimiento», apuntó Ángel Ruiz, jefe del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional. A las 00:27 horas del miércoles día 3 de octubre, un camión de EMAYA recogió la basura y, sin tener conocimiento de que la chica se encontraba en el interior, trasladó el cuerpo hasta la planta de tratamiento de Son Reus. Los investigadores sostienen que es «imposible sobrevivir en el interior de un camión de basura».