El procesado, un argelino en situación irregular en España, durante la vista celebrada en Palma semanas atrás. | J.P.M.

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Un juzgado de lo Penal de Palma ha condenado a cuatro años y tres meses de prisión al joven argelino en situación irregular que el pasado 10 de abril atacó con una navaja a un hombre mientras sujetaba a su nieto en brazos cuando fue sorprendido robando en su coche en es Rafal. La sentencia, a la que ha tenido acceso Ultima Hora, contempla la expulsión de España del delincuente por un plazo de nueve años. El procesado deberá indemnizar a la víctima en 5.115 euros por las lesiones, desperfectos en el vehículo, el dinero sustraído y los daños en una chaqueta que portaba el varón.

La magistrada apunta en el fallo que el acusado, que negó su participación en los hechos durante el juicio, «no dio justificación alguna» al encuentro que tuvo con el perjudicado y su hijo en la calle Aragón minutos después del incidente con el arma blanca. Asimismo tampoco explicó cómo tenía los objetos vinculados al robo que dijo no haber cometido.

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Los hechos ocurrieron sobre las siete de la mañana en la calle Josep Zaforteza i Musoles, en es Rafal. El acusado rajó con una navaja la capota de un coche aparcado y robó del interior una bandolera en la que había 1.000 euros y unas gafas de sol. El dueño del vehículo sorprendió al ladrón. Llevaba a su nieto de dos años en brazos, al que iba a llevar a la guardería, e increpó al delincuente. «De repente sacó del bolsillo una navaja y se vino hacia mí», subrayó el perjudicado. Poco después el enjuiciado le dio al varón un golpe con el arma blanca en el brazo, provocándole un corte en la cazadora. Acto seguido huyó a la carrera.

El abuelo acudió a avisar a su hijo, que se encontraba en casa. Y ambos cogieron el coche y fueron, tras las indicaciones de unos indigentes que se encontraban en un parque cercano, en busca del magrebí. Lo localizaron en la calle Aragón y consiguieron retenerlo, no sin forcejear con él, hasta la llegada de la Policía Nacional. La víctima aprovechó su declaración para recordar a la jueza que desde que está el acusado en prisión «se acabaron los robos que había por la zona». El fallo no es firme y puede ser recurrido a la Audiencia de Palma.