Pasadas las 23 horas del viernes, la única carretera cortada en la Isla era la que une Santa Ponça con Calvià (Ma 1014), aunque se espera poder tenerla de nuevo operativa este sábado.
Bunyola es el municipio más afectado por estas incidencias, estando cortada basta cerca de las 23 horas la carretera Ma-2030 (Palmanyola-Santa María) de los kilómetros 0 al 3, reabierta ya. A pocos kilómetros, la vía que une Alaró con Lloseta e Inca (Ma-2110) también está cortada en el kilómetro 11. Anteriormente, la carretera vieja de Bunyola y un tramo de la carretera de Sóller, a su paso por el municipio, estuvieron cerrados, siendo en algún momento hasta seis las vías cerradas al tráfico rodado.
En el Coll de Sóller, además, advierten residentes de posibles desprendimientos en la vía, especialmente en la cara norte de la carretera, donde el acceso del túnel ha sido testigo de la bajada de notables cantidades de agua, piedras y tierra.
En el municipio de Calvià, la Ma-1014 (Santa Ponça-Calvià), en la zona de Son Bugadellas, está cerrada al tráfico, al igual que lo estuvo la Ma-6014, conocida con Carretera Militar, que une s'Arenal con Cala Pi, que se ha reabierto al tráfico entrada la tarde después de las fuertes precipitaciones que afectan al tráfico rodado y la movilidad en esa zona.
Pasadas las 19:30 horas, quedaban apenas tres carreteras cerradas en la Isla: las de Palmanyola a Santa María y la de Son Bugadellas, además de la Ma-5100, que comunica Porreres con Felanitx, de los kilómetros 0 a 12, aunque pasadas las nueve de la noche fue reabierta.
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